Lo que no hemos aprehendido a operar son políticas públicas de reconstrucción inmediata; una resiliente efectiva y eficaz, con alma social
La mayor parte de los inmuebles colapsados hace seis meses fueron de tres tipos: construcciones anteriores a la nueva reglamentación sismorresistente, construcciones relativamente nuevas donde no se respetó dicha reglamentación y construcciones donde el suelo de CdMx ya dio de sí, es decir, perdió elasticidad y resistencia para absorber las ondas de transmisión sísmica. ¿Qué tanto de esta situación es producto de la improvisación, la corrupción y la impunidad? Es una de las respuestas que nos debe el análisis forense del 19-S.
c) Gentrificación versus urbanismo depredador. Los sismos de hace seis meses volvieron a enfrentarnos al reto de definir qué modelo de ciudad y de desarrollo urbano debemos promover en el Valle de México, de
De los sismos de 1985 el país aprendió la importancia de la protección civil. Eso explica que 32 años después las víctimas y daños materiales hayan sido sensiblemente menores. Lo que no hemos aprehendido a operar son políticas públicas de reconstrucción inmediata. Una política resiliente efectiva y eficaz, con alma social, que ponga por delante la atención a los damnificados y la reconstrucción rápida de la ciudad. Hay que impulsar ya la agencia de reconstrucción del país y de CdMx, con fondos fiscales autónomos y sostenibles. Es la diferencia entre hacer de un sismo una oportunidad de crecimiento y desarrollo, o seguir cavando la tumba del subdesarrollo y la degradación urbanas. M