Álvaro Curiel retrata las entrañas de Ciudad de México en Marioneta
En una vecindad de la calle de Perú, en el Centro Histórico de Ciudad de México, el cineasta Álvaro Curiel dirige una escena del filme Marioneta; da indicaciones a sus actores, que atentos escuchan para entregar su mejor labor frente a la cámara al escuchar: “¡Acción!” Minutos más tarde se toman un descanso para dar el claquetazo oficial de la filmación.
En el patio del lugar, que luce en sus postes hojas de papel con un mensaje que dice: “Perdón las molestias, trabajamos lo más rápido posible”, cineasta, productora y elenco se reúnen para compartir su emoción por esta trama, coescrita por Arturo Arango y Curiel, que conjuga un triángulo amoroso y la trata de personas que se vive en la entrañas de CdMx, en las instalaciones del Metro capitalino donde se vivien diversas tramas que no salen tan fácil a la luz. “Me llamó mucho la atención el guion, mi personaje tiene un arco muy grande y hay que encontrar un punto medio y hacerlo humano. Son de este tipo de roles en los que hay que tener cuidado, porque en un gesto se te puede ir a otro lado, de que te califiquen de no creíble; me gusta trabajar en sus recovecos, ha sido enriquecedor, fuerte, pero es un personaje noble y transparente”, contó Juan Manuel Bernal a ¡hey! “Verán una historia de amor, dentro de la vida de las personas que piden en el Metro, en la calle, un poco de lo que se dice de estas mafias que se apoderan y que hacen al final trata de personas. Es un triángulo amoroso, que es interesante, es una historia retorcida y me gusta que Álvaro le da a cuentagotas al espectador lo que pasa en la historia”.
Al papel del histrión se suman el de Ernesto (Rafael Molina), actor cubano que decide probar suerte en México y que se queda varado en la capital tras el rechazo del rol de (Patricia Reyes Spíndola) para protagonizar una obra.
Él fortuitamente conocerá a Belén (Fátima Molina) en el Metro de Ciudad de México, pero ese mismo encuentro cambiará sus vidas, motivo por el que la trama comienza a tener sentido. “En mi papel, represento a la directora del Teatro de la Ciudad; entonces llega este muchacho muy ilusionado, porque alguna amiga se lo trajo de La Habana, con la promesa de un personaje”, aseguró la actriz, quien también participó en el claquetazo. “Sin embargo, a la mera hora no se lo doy y de ahí empieza la historia. Mi personaje es el pivote para que suceda todo el reflejo de este México que a veces es crudo, duro, difícil, pero ahora contado a través de una historia de amor”, dijo Reyes.
El rodaje de Curiel tendrá otras dos semanas de producción, mientras el cineasta se alista para debutar en Hollywood con Flare (Llamarada), una película en la que entre otros actores está anunciado para participar Andy García.