La pequeña gran pantalla
Cuando se habla de celulares, las marcas siempre destacan decenas de características para afirmar que son los mejores. Casi todos hablan del desempeño de batería, la cámara —que parece en ocasiones más importante que todo lo demás en el teléfono—, el procesador y el tamaño de la pantalla.
Esa característica se ha modificado en los últimos años para ser cada vez más grande por una sencilla razón: el contenido multimedia.
Antes se pensaba que los teléfonos celulares se harían cada vez más pequeños, que podríamos tener en un manos libres todo lo necesario para estar comunicados, pero las apps y poco a poco, la generación y el consumo de videos móvil, vino a cambiar todo el panorama digital.
Desde hace un mes, los Samsung Galaxy S9 y S9+ están en el mercado, una llegada muy rápida luego de su presentación en el Mobile World Congress en Barcelona, y fuera de todo lo que se ya se ha dicho en reseñas sobre su desempeño o la cámara doble, que eso sí creemos que no debería ser una función exclusiva del S9+, pues su hermano menor tiene las mismas características técnicas para soportarlo, la pantalla de ambos modelos es la mejor en el mercado para ver contenido multimedia.
Pero a ver, antes de llegar a eso, hay todavía algunas dudas de lo que se trata la llamada doble apertura del S9+.
Samsung lo define como Dual Aperture, que “se adapta como el ojo humano a la luz”, y es que es el primero en su clase en tener la capacidad de pasar de F1.5 a F2.4 en la apertura de los lentes de manera mecánica. En un lenguaje más sencillo, permite hacer un cambio físico entre lentes, como si los cambiaras en una cámara profesional, para lograr fotografías con mucho más luz, hasta 20 por ciento más que el S8, según Samsung.
En nuestras pruebas, efectivamente se logran imágenes muy definidas de noche, aunque el modo automático a veces no balancea del todo bien luces aledañas a un objetivo, como un edificio rodeado por faros de alumbrado público. Para esto es mejor entrar en el modo más detallado de la cámara y manipular manualmente algunos detalles que permiten lograr una fotografía con mejor calidad.
Es decir, estos teléfonos si bien funcionan de manera óptima sin moverle nada y solo tomar la imagen, empiezan a tener tanto poder en lentes y software, que definitivamente un día llegaremos a tener usuarios pro y amateur, que con el mismo
smartphone logren resultados distintos, dependiendo de sus habilidades.
Pero fuera de todo esto, como decía al principio, lo que consideró es la mejor característica del Galaxy S9 es su pantalla.
De 5.8 pulgadas en el S9 y 6.2 en el S9+, el diseño que vemos desde pasadas ediciones, sin bordes y semicurvo, junto a la calidad de la tecnología Super Amoled, la hacen la mejor para ver contenido multimedia, los videos con HDR en Netflix y YouTube, se ven con colores vivos y contrastes perfectos, no le pide nada a ninguna televisión OLED o QLED en el mercado y, en serio, es como llevar en el bolsillo una gran pantalla que ofrece lo mejor de la tecnología.
Pero algo que siempre fallaba en los teléfonos con gran pantalla era el audio, hasta que llegó el S9. Es el primero en tener Dolby Atmos, un audio premium que está en cines o en televisores hig end, que en el Galaxy hace un trabajo sorprendente, separando los canales como nunca lo habíamos escuchado en un smartphone, y si bajas algunos demos de la página de Dolby, creeme te sorprenderás de lo que ahora un teléfono puede hacer.
Así que hay todavía mucho que esperar de las grandes marcas, pero estos Galaxy hasta ahora son de lo mejor que hemos visto en calidad de pantallas en mucho, mucho tiempo. m