Gobernar por cable
Poco antes de que Donald Trump publicara una serie de tuits atacando a México por la falta de acciones para asegurar su frontera sur, el mandatario dedicaba la mañana a lo que su equipo describe como “tiempo ejecutivo” en la agenda presidencial.
Esto quiere decir que Trump se despertó, prendió la televisión para sintonizar Fox News y escuchó a sus comentaristas alertar a la audiencia sobre la caravana de migrantes centroamericanos que avanzaba desde México hacia Estados Unidos.
Un par de días después, la Casa Blanca anunció el despliegue de elementos de la Guardia Nacional a la frontera. Esta no es una excepción, así se toman las decisiones de estado en la administración Trump.
La programación de Fox News y los tuits del presidente van en sintonía. Trump es un hombre poco interesado en lo que considera la tediosa tarea de gobernar. Quienes reportan sobre los hábitos del Presidente, aseguran que ha roto con la tradición de revisar el informe diario que le ofrecen sus aparatos de seguridad y de inteligencia optando, en cambio, por los comentarios en Fox para su toma de decisiones.
De hecho, la Casa Blanca y el gabinete cuentan con un número cada vez mayor de comentaristas convertidos en funcionarios, entre los que destaca el nuevo asesor de seguridad nacional, John Bolton. El presidente gobierna por lo que se dice en cable y cada vez más con quienes lo dicen.
El hecho debe preocuparnos por varias razones, sobre todo en el contexto de la posible reacción al uso de armas químicas en Siria, pero hay una en particular que reclama la atención del gobierno y otros actores en nuestro país. La semana pasada escribía sobre la importancia de arrebatar la narrativa sobre México al presidente Trump y a su administración.
Es importante reconstruir la reputación de nuestra marca en los espacios donde es lastimada. Empezando por Fox News y otras plataformas conservadoras en las que la información sobre México refleja una realidad exagerada y muchas veces distorsionada. Fox News y sus presentadores utilizan la desinformación y el miedo para alimentar el movimiento antiinmigrante y francamente anti-México que impulsa muchas de las ideas de Trump.
Hoy más que nunca, la diplomacia puede jugar un rol importante en darle forma a la conversación en los medios de comunicación que el presidente de Estados Unidos utiliza entre otras cosas, para fijar el rumbo de su política exterior. Al presidente de la tele hay que llegarle a través de la tele. M