“Qué quieres que te diga… política de la empresa”
Durante las precampañas, la radio repetía anuncios dirigidos únicamente “a los miembros o seguidores de éste o de aquel partido político…”. Los oíamos todos, aunque fueran dirigidos solo a algunos. Ahora crece una extraña costumbre de hacer anuncios dirigidos “solo a mayores de 18 años”, en especial en un tema en el que la autoridad reguladora parece ausente.
Los impuestos especiales buscan restringir el consumo de bienes o servicios con efectos nocivos para la salud o el medio ambiente, principalmente. Aquí, por ejemplo, las bebidas alcohólicas pagan un impuesto especial que va de 26.5% a 53% dependiendo de su graduación. Los cigarros pagan 160%; los alimentos no básicos con alta densidad calórica, 8%; los juegos con apuestas y sorteos, 20%. Además, normalmente dichos productos y servicios enfrentan también restricciones en materia de publicidad, lo cual se entiende: restringir el consumo debe reforzarse con otras medidas de política pública.
El tema es que, tras muchos años de investigación científica, se entienden mejor las adicciones del comportamiento. Apostar es una de ellas, al grado de considerarse un “desorden adictivo”, semejante a la drogadicción por sus efectos en el cerebro. En otras palabras, no tiene que haber droga alguna (alcohol, cocaína, tabaco, etcétera) para que haya adicción.
Por eso no deja de sorprender que de tiempo atrás se escucha en varios noticiarios de radio a los propios cronistas deportivos invitando al público a apostar a través de cierta empresa. “Si apuestas x pesos en este partido y tu equipo gana”, dicen al aire, “obtendrás x más de lo que hayas apostado… Publicidad dirigida a mayores de 18 años”. No se trata de creer en las “constituciones morales”: las personas deben tener la libertad para hacer con su vida y sus recursos lo que les venga en gana, siempre y cuando no afecten a terceros. Pero… ¿promover una adicción al aire, sin consideración de horario y en boca de quienes tienen una responsabilidad social que atender (muchos la honran)?
Algún par de voces que promueven la apuesta reconocen lo delicado del tema. Sin embargo, su respuesta es “qué quieres que te diga… política de la empresa”. Siendo así, en esos mismos segmentos debiera poder señalarse también… “disfruta más el partido tomándote un ron de esta marca y fumándote un cigarro de esta otra para los momentos de mayor tensión del juego…”. Total, vendría rematado con la clásica… “Publicidad dirigida a mayores de 18 años”.
Claro que hay lugar para las apuestas en una sociedad moderna; es una actividad tan válida y legítima como otras, pero en la que no es difícil dejar de controlar el comportamiento que da lugar a ella. También aquí se necesita un regulador que regule, una autoridad con autoridad. M