Adónde van las tasas de interés en México y EU
El comportamiento de la tasa de interés es una de las variables que más inciden en la estabilidad y el crecimiento económicos.
Para los bancos centrales es la principal herramienta con la que cuentan para dirigir la política monetaria, y el impacto del buen o mal manejo de la tasa de interés en la economía de cualquier país es determinante en los resultados.
A lo largo de la historia hemos visto cómo movimientos agresivos de la tasa de interés por parte de los bancos centrales han provocado recesiones; de la misma forma el no mover las tasas a tiempo ha resultado desastroso al provocar inflaciones nunca deseadas por los institutos centrales.
Hoy el Banco de México tiene una difícil misión, y ésta es encontrar cuál es el nivel correcto de la tasa de interés de referencia que debe existir, tiene que ser una tasa que cumpla con tres condiciones: que sea una tasa que permita mantener a la baja y lograr anclar la inflación a niveles de 3 por ciento, es decir, que este año se acerque a 4 por ciento —hay que recordar que el año pasado cerró en 6.77—; que sea una tasa competitiva con la tasa de interés en dólares y que no desaliente demasiado la actividad económica. Este proceso implica un enorme equilibrio para lograr los objetivos anteriores.
Ayer Banxico decidió mantener la tasa de referencia en 7.5 por ciento; es muy probable que pudiera haber una alza adicional de 0.25 por ciento antes de julio, pero eso dependerá de cómo se comporte la inflación.
Hacia fin de año la contienda electoral definirá en parte el nivel de la tasa de interés; si gana AMLO las tasas se pueden subir en forma importante, si gana cualquiera de los otros podría empezar a bajar antes de fin de año.
En Estados Unidos la tasa subirá dos veces más un cuarto de punto cada vez, y si la economía crece más de lo esperado, que es 2.7 por ciento, podría haber un alza adicional.
El colchón entre la tasa mexicana y la norteamericana es muy amplio, 5.75 por ciento hace dos años y medio; la diferencia era de tan solo dos puntos.
El Banco de México tuvo que subir porque la inflación el año pasado fue muy alta, empujada por los incrementos en el precio de las gasolinas y otros productos energéticos, pero este año la inflación va a la baja y eso permitirá que Banxico se desligue de las acciones de la Reserva Federal, siempre y cuando exista orden en el segundo semestre del año.