VICTORIA EN BUEN MOMENTO
David Patiño,
entrenador de Pumas, fue de aquí para allá y viceversa, vivió el partido contra Puebla a flor de piel, sabía que se jugaban mucho, por lo que la victoria fue una bocanada de oxígeno, pero sobre todo, espera que sea la inyección que despierte a su escuadra y destierre la ansiedad que había, pues por fin acabaron con la racha sin victoria. “Era importantísimo romper esta racha en la que nos habíamos metido, volver a ganar nos viene en un muy buen momento, tenemos posibilidades de entrar a la Liguilla, aunque no dependemos de nosotros, tenemos que hacer nuestra parte y encarar los dos partidos con esa convicción”, dijo y resaltó la labor de su equipo, pero con un matiz especial para Castillo y Alustiza. “Somos afortunados de tenerlos”, comentó. Castillo. Marcelo Díaz y Kevin Escamilla en la sala de máquinas. Todo pintaba bien, controlaban el partido, pero cuando mejor lucían vino el gol de Puebla, un equipo que llegó en las mismas condiciones al encuentro, fue cauto y se puso en ventaja al 39’, cuando Alejandro Chumacero mandó una diagonal que le rebotó a Omar Fernández, pero el balón le cayó a Lucas Cavallini y el canadiense no perdonó.
Era el momento para tocar arrebato y antes del descanso Nicolás Castillo igualó el partido tras un buen pase de Marcelo Díaz, entre chilenos cuajaron la reacción universitaria que devolvía la esperanza para Pumas, pero que le demandaría más concentración en el complemento.
Tras el paso por vestuarios, Puebla dio la impresión de dar un paso al frente, pero fue Universidad el que pegó en el marcador, un buen centro desde la izquierda de Gallardo fue cazado por Alustiza en el área, el cabezazo del Chavo dejó sin opciones a Nicolás Vikonis, el portero de La Franja que se había levantado como el mejor hombre de los poblanos no pudo hacer nada.
Fueron los mejores momentos de Pumas, que tuvo el tercero con Alustiza, pero el arquero se lo negó. Entonces vino el despropósito de Mauro Formica, quien se fue expulsado por una falta sobre el Chepe Guerrero, el mediocampista argentino entró de cambio al 30’ para relevar a Escamilla y su desempeño fue paupérrimo, encima dejó expuesto a su equipo.
La Franja explotó el hombre de más y logró el empate de nuevo a través de Cavallini con un cabezazo. El canadiense pudo marcar el tercero, pero dejó la pelota en el palo. Pumas tardó en recuperarse del golpe anímico, requería de un esfuerzo mayor en lo físico y en lo futbolístico.
Parecía extraviado Universidad, pero encontró fortuna en un tiro de Castillo que fue desviado por Cavallini, balón al fondo y la recuperación de la sonrisa para Universidad y para David Patiño. Aunque los minutos finales fueron de mucha tensión, porque Puebla se lanzó por el empate, la capacidad de resistencia felina se ponía a prueba, en ella se jugaba las opciones de una posible calificación.
Resistió Universidad y encontró vida en el momento clave, porque en la compensación llegó otro gol de Castillo en un contragolpe bien llevado por Barrera y rematado por el chileno. El delantero le devolvió la ilusión a Pumas que se jugará sus últimas cartas contra Santos y Querétaro.
Los números le conceden opciones a los universitarios, está en ellos validarlos y demostrar que pueden volver a ser lo que fueron hace dos meses.
Portero de Pumas