Alumnos de Paz continúan su pasión crítica: Domínguez
El siglo XX le pertenece literariamente, considera el estudioso
Es cierto que las dos grandes figuras de la literatura mexicana son Sor Juana Inés de la Cruz y Octavio Paz, aseguró el crítico literario y escritor Christopher Domínguez Michael, quien agregó que el siglo XX pertenece al poeta y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1990.
Entrevistado con motivo de que hoy se recuerda el 20 aniversario luctuoso del autor de El laberinto de la soledad, Posdata y Libertad bajo palabra, entre otras obras, Domínguez Michael puntualizó que Paz irradió a la literatura española y que a 20 años de su muerte queda claro que el siglo XX le pertenece literariamente. Se trata de una figura excepcional porque no solo fue un gran poeta sino también un enorme crítico tanto de la literatura como de las artes plásticas, y fue sumamente generoso porque, a diferencia de otros expertos, no solo explicó a sus contemporáneos sino que dedicó gran parte de su obra a los escritores más jóvenes, y esto no es frecuente, hizo notar el también miembro de El Colegio Nacional.
Por ello, haber estado cerca no solo de un gran poeta de quien no solo tenía una opinión de un escritor u otro, sino también una idea de la literatura, una poética como se puede apreciar en su libro El arco y la lira, fue “un estímulo colosal que ojalá yo pueda honrar”.
Asimismo, dijo que personas como él se identifican con lo que Paz llamó la pasión crítica: no significó del todo un balde de agua fresca dentro de la crítica literaria, no marcó nuevos derroteros, porque este género es sobre todo una tradición, y Paz fue heredero de “nuestro gran primer crítico moderno que fue Jorge Cuesta”.
El propio Paz lo dijo en varias ocasiones: en los bares y cafés del Centro Histórico Cuesta “le entregó el testigo de la tradición crítica literaria, fue una sesión directa”. La diferencia fue que Octavio Paz tuvo más mundo, conoció muchos más países, habló otras lenguas y conoció Oriente, lo que le aportó una visión diferente de México.
Por ello, con el paso de los años el Nobel discrepó con muchas de las ideas de su maestro, que estaban muy circunscritas a la crítica francesa, sobre todo de los años 30 del siglo pasado. Sin embargo, sin la pasión que le imprimió el integrante del grupo de Los Contemporáneos, la crítica de Paz no habría sido lo que fue, considera Domínguez Michael.
En una y otra ocasión Paz honró esa tradición; y quienes estuvieron cerca de él, sienten la obligación de continuar su pasión crítica, en lo que Paz llamaba “el fuego eterno de cada día”, subrayó Domínguez Michael. m