América no reacciona
Las Águilas siguen sin retomar su nivel, ahora caen en el Cuauhtémoc y pierden a Mateus Uribe por expulsión; el boleto a la Liguilla debe esperar
No puede. Así de sencillo. América sí tiene llegada, pero eso no basta para ser candidato al título. En el futbol lo que importa es el gol y es ese detalle el que le faltó a las Águilas para sellar su pase a Liguilla. Ayer cayeron ante Puebla por 3-1 en un partido que volvió a dejar en evidencia su falta de funcionamiento y lucidez ofensiva.
Mientras La Franja aumenta sus esperanzas de colarse a la fase final, el cuadro azulcrema se desinfla tal como pasó el torneo anterior. Esto es un jalón de orejas para Miguel Herrera y su equipo, porque aunque al cierre de este día de actividad siguen terceros, si hoy Tigres y Monterrey ganan, los bajarían hasta la quinta posición.
LOS SORPRENDIERON
América necesitaba salir a ganar. No había otra opción para el cuadro del Piojo Herrera, que en sus últimos cuatro encuentros, entre Liga y Concachampions, ha sufrido. Amarrar su boleto a Liguilla no era la única consigna que tenían, había que dar un enorme salto de calidad, si de verdad aspira a ser contendiente al título.
Herrera apostó por una línea de cuatro al fondo; de alguna manera, tenía mayor confianza ante un Puebla que venía de su quinto partido con derrota, pero vaya sorpresa la que se llevó el entrenador azulcrema.
La Franja se adelantó al 6’, cuando Lucas Cavallini le ganó en la marca a Bruno Valdez y centró para Francisco Acuña, quien cedió a Alejandro Chumacero, y éste tiro a gol, el balón pegó en la base del poste, pero en el mismo rebote entró y se marcó el 1-0.
América quiso responder con Diego Lainez, quien desbordó por izquierda y se animó con un tiro de larga distancia, un tanto flojo, que se quedó en las manos de Nicolás Vikonis.
Puebla tenía la capacidad de de dominar en su cancha y no dejaron de bombardear el arco de América, con Cavallini y Acuña como protagonistas.
Fue hasta el 25’ que América carburó. Andrés Ibargüen centró para Mateus Uribe; el colombiano retrasó para Oribe Peralta, quien cedió a Paul Aguilar, pero éste mandó el balón por arriba del arco poblano; cuatro minutos después, de nuevo Paul la intentó a pase de Oribe, pero fue frenado por Alonso Zamora. Se pedía penal a favor de la visita, el árbitro no concedió y Aguilar reflejó con un berrinche el momento por el que pasa América: desesperación por no culminar con gol.
EL ACABOSE AZULCREMA
Para la segunda parte, Herrera sacó a Carlos Vargas y le dio minutos a Alejandro Díaz para tener una posibilidad más en el ataque. Sin embargo, el guión no cambió mucho porque de nuevo Puebla se fue al abordaje, primero al 48’ con una aproximación y luego con una ocasión que sí entró a la meta de Agustín Marchesín, aprovechando la reducción a línea de tres de América.
Al 60’, Omar Fernández hizo una pared con Christian Tabó, quien se la regresó para que firmara con la zurda el 2-0 en medio de la pasividad de la zaga azulcrema. Pero hubo más. Minutos después, Uribe salió expulsado por aplaudirle irónicamente al juez central Óscar Macías.
América generó llegadas, pero esa esencia futbolística con la que inició el torneo no reaparece y su ausencia lo está desinflando.
La tarea azulcrema se complicó más al 80’, cuando Pablo González ingresó al área, le hizo un recorte soberbio a Aguilera y mandó un zurdazo con el que dejó parado a Marchesín; al 89’ América descontó por la vía de Renato Ibarra, pero el tiempo no le alcanzó para más.
Las Águilas encontraron el gol, pero no les sirvió para minimizar la gran tarea que tienen enfrente: recomponer todas sus líneas.
Miguel Herrera necesita apretar tuercas si no quiere bajar en la clasificación rumbo a la Liguilla. Tiene una semana para mejorar y el tiempo comienza a correr desde ya.