Milenio

A marcar diferencia

Arismendy Alcántara reforzó a los Diablos Rojos con la temporada ya iniciada, pero impactó de inmediato

- Miguel Boada Nájera/ Ciudad de México

No se tenía contemplad­o que los Diablos Rojos del México tendrían un jugador de campo extranjero más después que arrancó la campaña, ya que las cuatro apuestas que hicieron tenían el perfil para marcar una diferencia y empezaron a serlo, pero en un inesperado movimiento, el club decidió dar de baja a uno de sus relevistas foráneos y hacerse de otro infielder. Así llegó Arismendy Alcántara.

El mánager de los capitalino­s, Víctor Bojórquez, explicó ese movimiento. El relevista dominicano Atahualpa Severino no había sido tan efectivo, sobre todo contra los bateadores zurdos y era una pieza que necesitaba­n mover (se fue a Monterrey), y encontraro­n que abrirle la puerta a un infielder iba a ser el siguiente paso.

¿Por qué otro jugador de campo extranjero si ya tenían a Alexei Ramírez (cubano), Henry Urrutia (cubano), David Vidal (puertorriq­ueño) y Carlos Corporán (puertorriq­ueño) con guantes mexicanos seguros como Luis Alfonso Cruz, Emmanuel Ávila y Juan Carlos Gamboa?

La lesión del Cochito Cruz al iniciar la temporada y de Gamboa en el segundo fin de semana de actividad, les dio el mensaje que en el infield se necesitaba tener una pieza para cubrir la ausencia del Haper Gamboa, quien sigue lesionado. Fue un movimiento que les urgía hacer, ya que Alcántara estaba libre en el mercado.

Con solo 26 años, el dominicano tenía una experienci­a de cuatro temporadas en Grandes Ligas, en las que debutó en 2014 con los Cachorros de Chicago, donde pasó dos temporadas, antes de ser cambiado a los Atléticos de Oakland.

Su última campaña en la Gran Carpa fue en 2017, cuando jugó 70 encuentros con los Rojos de Cincinnati, así que era una oportunida­d que los pingos no querían dejar pasar.

Apenas el 8 de abril ya estaba habilitado en el roster y el día 10 debutó con la camisola de los colorados, con una victoria sobre los Rieleros de Aguascalie­ntes.

Vengo a poner mis habilidade­s para que el equipo las explote y se puedan reflejar en los resultados”

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2014 2015 2016 2017

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“Me he sentido bien, aunque he tenido un comienzo un poco lento, pero poco a poco me voy a adaptar al ritmo y al ambiente que hay”, explicó Alcántara. “Quería tener una oportunida­d para jugar porque estoy agradecido que tengo salud y puedo seguir haciendo lo que me gusta, al poder estar en el terreno de juego, pero ahora en una nueva aventura”.

Alcántara se presenta como un pelotero multiusos, con lo que cumple con el mismo perfil que han presentado Alexei, Urrutia y Vidal, por lo que encaja perfectame­nte en la estrategia de acomodar las piezas de diferentes maneras en distintas partes del campo; es ambidiestr­o, juega cualquier posición en el infield y tiene velocidad.

“Vengo a poner todas mis habilidade­s para que el equipo las explote y se puedan reflejar en los resultados, cada día quiero aprender y dejar todo desde la práctica para marcar una diferencia en cada momento que esté en el campo”, ahondó.

COMIENZA A APORTAR

Arismendy ha sido una diferencia y desde el primer duelo se hizo sentir: pegó un jonrón, produjo dos y anotó en un par de ocasiones, después de eso acumula nueve encuentros, donde solo en uno no ayudó a la ofensiva, en el resto han llegado o bien hits o carreras anotadas o producidas o bases robadas o todas ellas.

“Soy un bateador de contacto para poner la bola en juego y después correr para hacer daño, me gusta aprovechar las cualidades que Dios me dio, que es tener velocidad, por ello me enfoco en batear para que se den jugadas en las que le pongo presión al rival y así sacar provecho de lo que tengo”, detalló.

Hasta el juego de anoche, acumulaba ocho imparables en 40 turnos al bat con los Diablos, con 10 anotadas, dos cuadrangul­ares, ocho empujadas, cinco pasaportes y cuatro bases robadas, y un .200 de porcentaje de bateo.

En el orden al bat, ha sido colocado en tres posiciones, como primero (un juego), como segundo (seis ocasiones) y como noveno (dos veces), está claro que la apuesta es escribir su nombre en un sitio donde tenga la misión de fi embasarse para aprovechar su velocidad, y así han llegado los intentos de robos y las anotacione­s.

Eso seguirá estando en la mente de Arismendy, pero también en los planes del equipo, que hasta ahora es el segundo conjunto con más estafas en la Liga Mexicana de Beisbol, con 25.

“El juego es el que te va dictando las situacione­s, solo voy a seguir tratando de hacer las cosas en las que sé que puedo marcar una diferencia para darle una ventaja al equipo, sé que en eso entran los robos de base”, comentó el nacido en Santo Domingo. De esta manera, el conjunto rojo se hizo de un elemento que, unido a la base mexicana de la escuadra, que está madura y a una legión extranjera que está cumpliendo, debe mantener los resultados. “Me gusta dejar todo lo que sé y disfrutar cada momento, ya que eso se ve, no me gustaría que digan que tuve la oportunida­d de hacer algo más y no lo hice”, concluyó.

El siguiente reto para el shortstop será mantener el paso después que los pitchers rivales lo empiecen a conocer. a l .

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El dominicano Arismendy Alcántara, de los Diablos Rojos
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