Éste sí es un Draft real
Ayer se anunció el fin del pacto de caballeros en el futbol mexicano y modificaciones al régimen de transferencias de la Liga Mx. Curiosamente, hoy se celebra el verdadero Draft: el reclutamiento colegial de la NFL.
Es uno de los pilares más importantes en el éxito de la Liga norteamericana, al constituirse como la fuente que nutre de talento a dicha competición y el cual incentiva el deporte a nivel universitario; acompañado de preparación académica de jóvenes deportistas.
Un modelo totalmente distinto a nuestro peculiar mercado de piernas, que hasta ayer tenía un esquema arcaico más parecido a un intercambio y compra–venta de esclavos, que al de un sistema de adquisición de talento.
Con tan solo 17 semanas de temporada regular y cuatro de postemporada concentradas en otoño e invierno, la NFL es la Liga deportiva con menor actividad anual entre las competiciones de élite a nivel mundial.
Solo la Fórmula Uno tiene las mismas 21 semanas de competencia y nuestra peculiar Liga Mx disputa 20 semanas por cada torneo, sin embargo, estas dos copas están distribuidas durante todo el año.
La temporalidad de la NFL es un reto mayúsculo para la Liga y es una de las razones por las cuales el reclutamiento colegial incrementa en importancia mediática año tras año. Sin embargo, la importancia del draft va mucho más allá de su interés para los medios.
El modelo es vital para el armado de los planteles de todos los equipos de la liga ya que la estructura de la NFL con el reclutamiento y la etiqueta de jugador franquicia, hacen muy difícil que las súper estrellas cambien de uniforme durante su carrera. Estos mecanismos, aunados al orden inverso de selección a la posición final en el torneo, la distribución equitativa de ingresos y el tope salarial, logran mantener un equilibrio de fuerzas que es muy poco común en el deporte actual; fondeado por grandes fortunas internacionales.
Los componentes de equilibrio funcionan y tenemos ejemplos recientes como Carolina y Denver, los dos equipos que tuvieron la primera y segunda selección del reclutamiento colegial en 2011; los cuales disputaron el Supertazón 50 en San Francisco a principios de 2016.
La segunda selección de ese reclutamiento para Denver, Von Miller, fue el Jugador Más Valioso del partido y la primera selección de Carolina, Cam Newton, fue el MVP de esa temporada.
Apenas un par de años atrás, las dos primeras selecciones fueron los mariscales de campo de los hoy favoritos al Supertazón, Carneros de Los Ángeles, con Jared Goff, y Carson Wentz de las campeonas Águilas de Filadelfia. (vale la pena mencionar que tanto Águilas como Carneros adquirieron esas selecciones de Titanes de Tennessee y Browns de Cleveland en intercambio).
Hoy será muy interesante observar cuántos mariscales de campo son seleccionados en la primera de las siete rondas del reclutamiento. Así como cuántos quarterbacks son reclutados dentro de las primeras diez selecciones. La sorpresa, aunque poco probable, pudiera ser otro caso como los de John Elway y Eli Manning con el mariscal de campo Josh Rosen. (Tanto Manning como Elway se negaron a jugar para los equipos que originalmente los seleccionaron).
En épocas de Moneyball y tope salarial, el reclutamiento es vital para el éxito de cualquier franquicia ya que los contratos de novatos ocupan una proporción mucho menor del límite establecido a la nómina de los equipos.
Este evento puede ser tan apasionante como el Supertazón para algunos de nosotros, ya que involucra una extensa gama de habilidades, tales como estrategia, identificación y captación de talento, negociación, finanzas, armado de equipos y toma de decisiones; entre otras.
Hoy todos los equipos de la NFL pueden tomar una decisión que los lleve a la cúspide o de la cual se arrepientan durante años.
Ahí radica la importancia de este modelo y de las selecciones que se realicen este fin de semana.