El Cofipe y la religión
Apesar de que el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) señala claramente las limitaciones a las referencias de carácter religioso, varios candidatos han permitido que la religión se desborde, al ignorar e incluso horadar conscientemente los diques que la contienen. El Cofipe señala en efecto, en su artículo 38 párrafo 1, inciso q, que es obligación de los partidos políticos “abstenerse de utilizar símbolos religiosos, así como expresiones, alusiones o fundamentaciones de carácter religioso en su propaganda”. Y para dejarlo más claro, si uno revisa algunos de los casos en los cuales el INE (antes IFE) y los tribunales electorales han revisado e impuesto sanciones a diversos candidatos, ha quedado establecido que “se entiende por propaganda electoral el conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante la campaña electoral producen y difunden los partidos políticos, los candidatos registrados y sus simpatizantes, con el propósito de presentar ante la ciudadanía las candidaturas registradas”. Si revisamos someramente lo que ha pasado en estas elecciones, es claro que las campañas han estado plagadas de expresiones religiosas, hasta ahora sin sanción alguna. Desde cosas pequeñas pero importantes, como la justificación de Margarita Zavala para oponerse al matrimonio igualitario, por ser católica (¿a quién le importa?), hasta las expresiones en Twitter de Jaime Rodríguez, El Bronco, de “Dios es grande” (Allah oh akbar, se diría en árabe), cuando el tribunal electoral le concedió entrar a la boleta presidencial, a pesar de haber hecho trampa. Pero quien se ha distinguido por el uso de símbolos, expresiones, alusiones o fundamentaciones de carácter religioso ha sido Andrés Manuel López Obrador y los partidos que lo postulan. No tengo espacio suficiente aquí para documentar los numerosísimos símbolos y expresiones de carácter religioso utilizadas por el candidato de Morena y del PES (en sí dos alusiones religiosas subliminales), a lo largo de la precampaña y la campaña. Las mejores muestras son quizá los discursos de presentación y de aceptación ante este último partido, por el candidato López Obrador, llenos de referencias bíblicas. Una muestra tangible, por lo demás, de que al candidato de Morena y el PES le tienen sin cuidado las instituciones y en particular las que cuidan de nuestra democracia. M