De la oscuridad, al protagonismo
En un año y medio de trabajo, Roberto Hernández le ha devuelto esencia a Morelia al llevarlo a tres Liguillas seguidas, dejándolo como un técnico rentable; igualó marca de Romano y Boy
El panorama era desolador. De cuatro técnicos entrevistados y disponibles en ese momento para dirigir, ninguno se quiso aventar el paquete. El objetivo: mantener a un equipo en Primera División. ¿Difícil? Sí. ¿Imposible? No. Eso fue lo que pensó Roberto Hernández, un hombre que ama los colores de Morelia y por ello se aventuró en un terreno que podría dejarlo con el título de héroe o villano. Y la historia de eso ya es bien conocida.
Hoy, a año y medio de distancia, Hernández puede presumir no solo que salvó a Morelia del descenso, sino que lo mantiene alejado del mismo al clasificarlo a su tercera Liguilla consecutiva, volviéndose uno de los técnicos emergentes más redituables del futbol mexicano.
Su debut como técnico salvador de Morelia se dio en la Jornada 6 del Clausura 2017 y desde ese momento, Roberto Hernández se comprometió y comprometió a sus pupilos a poner cara de campeones frente a la adversidad. En la última fecha de ese torneo, ante Monterrey su permanencia estaba en juego, pero con un gol de Raúl Ruidíaz —quien terminó como campeón de goleo— en los minutos finales conservaron la categoría y se colaron a la Liguilla clasificando como octavo; ahí cayeron de forma temprana en cuartos de final ante Tijuana (2-1).
En el siguiente torneo, Monarcas calificó a la Liguilla como cuarto general gracias a sus ocho victorias, cinco empates y cuatro derrotas. En fase final dio cuenta primero de Toluca —avanzó por mejor posición en la tabla— y en semifinales perdió contra MONTERREY TOLUCA TIJUANA MORELIA Monterrey (4-0). Es cierto que en este Clausura 2018, a pesar de que Monarcas se mantuvo prácticamente todo el torneo en puestos de Liguilla —a excepción de la fecha 3 que bajó hasta el puesto 14 y de la Jornada 9 que llegó al onceavo lugar—, tuvo un desacelere futbolístico y clasificó de “panzazo” a la Fiesta Grande. Sin embargo, eso no quita el esfuerzo que Roberto Hernández ha hecho para aprovechar a su plantilla, una de las más económicas de la Liga Mx (32 mdd), y regresarle a los purépechas el protagonismo que la afición reclamaba.
IGUALA A ROMANO Y BOY
El chip de guerrero que Hernández le metió en la cabeza a Morelia lo ha llevado a igualar el logro de Tomás Boy y Rubén Omar Romano, al conducir al equipo a tres fases finales seguidas.
En su tercera etapa como entrenador de Morelia, el Jefe Boy llevó al Monarcas a tres Fiestas Grandes consecutivas: Clausura 2011, Apertura 2011 y Clausura 2012, torneos en los que llegó hasta la final (perdió contra Pumas), semifinal (eliminado por Santos) y cuartos de final (cayó ESTA ES LA OCTAVA vez que Monarcas entra como octavo lugar a Liguilla; solo en una ocasión eliminó al líder, al América en el Verano 97. ante Tigres), respectivamente.
Por su parte, Rubén Omar Romano clasificó a los michoacanos en los torneos Verano 2002, Apertura 2002 y Clausura 2003, en los que alcanzó cuartos de final y dos finales. En el Verano 02 cayó en la primera llave contra Pumas; al siguiente semestre, perdió el campeonato contra Toluca y en el Clausura 2003 lo hizo ante Monterrey.
Hernández todavía tiene dos parámetros para superar: la primera etapa de Tomás Boy al frente de Morelia en la que los clasificó a Liguilla en cuatro ocasiones seguidas (Invierno 98, Verano 99, Invierno 99 y Verano 2000) y el récord de Antonio Carbajal también con cuatro calificaciones: (Prode85, México 1986, 1986-87 y 1987-88). Estas marcas no son inalcanzables para Hernández por su gran rentabilidad como entrenador.