Milenio

PENDIENTES DE TEATRO EN LA CDMX /I

-

Hace seis años varias personas del gremio cultural nos reunimos con el hoy decepciona­nte Miguel Ángel Mancera. Fuimos esperanzad­os al diálogo. Nada peló. Ni una idea vertida fue retomada para la construcci­ón de una agenda en el sector cultura. Si su gobierno no se fue en blanco en el ramo es porque dio una vuelta de timón al primer año de su gobierno e invitó al poeta y gestor Eduardo Vázquez a comandar el barco con bastante tino, aunque con muy poco dinero y chance de maniobra. Trabajó con denuedo y en el rubro teatro se lució con la colaboraci­ón del gran Ángel Ancona al frente del Sistema de Teatros de Ciudad de México. Sin embargo, muchos de los temas que planteamos siguen en el tintero. Y me parece importante recordarlo­s para los candidatos a dirigir los destinos de la urbe, cuando menos para podérselos echar en cara en el 2024 en el caso de que nuevamente omitan tomarlos en cuenta.

Claudia Sheinbaum, Alejandra Barrales y Mikel Arriola parecen ser los que más posibilida­des tienen en la contienda, y necesario es que presenten ya un plan de cultura. Desde el gremio teatral se han ido elaborando una serie de propuestas que pueden, sin duda, venir a catapultar el desarrollo de la CdMx. Hace un sexenio escribía que “si no propiciamo­s la revaloraci­ón del disfrute del tiempo libre como parte de la salud mental del mexicano, no podremos pensarnos país, sino miles de islas que se ignoran y desprecian entre sí. La idea —que hoy puede sonar jalada de los pelos a los tecnócrata­s— de que el teatro contribuye a la salud mental, es un viejo concepto que a fines de los años 50 y principios de los 60 del siglo XX puso en práctica el IMSS y que llevó a la construcci­ón de la red de teatros más grande de Latinoamér­ica”.

Uno de los problemas centrales del quehacer teatral artístico de la ciudad de México es la falta de espacios. Los teatros pertenecie­ntes al Sistema de Teatros capitalino, al INBA, a la Secretaría de Cultura federal y a las universida­des públicas son insuficien­tes para atender la demanda de público y artistas. Hay delegacion­es, como la Iztapalapa, con casi 2 millones de habitantes, que no cuentan con servicios culturales: ¡solo existen dos teatros para esa cantidad de habitantes! El derecho a la cultura está, de facto, negado a la población. No es el caso de las delegacion­es Cuauhtémoc y Coyoacán, en las cuales se concentran la mayoría de los teatros públicos, privados e independie­ntes, creando un corredor RoCoCo (Roma-Condesa-Coyoacán) para satisfacci­ón de una clase media ilustrada que consume regularmen­te bienes culturales. Continuará… m

 ??  ?? Miguel Ángel Mancera ignoró propuestas de miembros del gremio cultural.
Miguel Ángel Mancera ignoró propuestas de miembros del gremio cultural.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico