López Obrador en Tercer grado
Obviamente, la nota más importante de las cam- pañas, en este momento, es la comparecencia de Andrés Manuel López Obrador en el nuevo Tercer grado de Las Estrellas.
¿Por qué? Porque, como le acabo de decir, aquello no fue ni una entrevista ni un debate, fue una comparecencia, la presentación de un individuo ante una autoridad.
Televisa le acaba de dar el sí al candidato de Juntos Haremos Historia, como hace seis años se lo dio a Enrique Peña Nieto.
Si no, explíqueme por favor por qué el tono con el que esos periodistas trataron a López Obrador fue tan diferente al de hace seis años.
Nada de lo que vimos el jueves pasado en Las Estrellas fue tan rudo o tan crítico como solía ser, especialmente tratándose de El Peje.
Esos analistas trataron a Andrés Manuel como si fueran amigos de toda la vida, como si hubieran diseñado una entrevista a la medida.
No sé usted pero yo, de repente, sentí que estaba viendo un informercial.
Hasta el mismo López Obrador, que en casi todas sus participaciones mediáticas luce tenso, a la defensiva, ahí, donde más lo han atacado, se veía tranquilo, radiante.
De hecho, si se fija, no hubo una sola declaración dura, algo que hubiera escandalizado a la opinión pública.
Todo fue hermoso, como si el objetivo hubiera sido de limar asperezas, como si la intención hubiera sido de aclarar cualquier malentendido que los mexicanos tuvieran sobre las polémicas declaraciones que López Obrador había hecho en los últimos días.
¿Por qué retomar Tercer grado así, de un día para otro, prácticamente sin publicidad, en Las Estrellas (cuyas noches ya no se metían con esta clase de contenidos) y en jueves?
¿Por qué arrancar con Andrés Manuel López Obrador y no con algún otro candidato, con algún otro tema, con algo parecido a una mesa de introducción?
Si algo hay en el ambiente son decenas de temas noticiosos y electorales dignos de ser analizados. ¿Por qué El Peje? ¿Por qué así?
Tercer grado fue, es y será el gran show político de nuestra nación, el que más se mira, el que más influye.
Y no sé usted pero el jueves pasado yo no vi show. Vi a todos los participantes muy cautos, muy de acuerdo, muy contenidos. No hubo diferencias. No hubo conflicto. El nuevo Tercer grado no luce como Tercer grado.
La ventaja competitiva de aquella emisión era, como le publiqué aquí mil veces, que le daba voz a los conductores de los noticiarios de Televisa.
Lo que vimos la noche del jueves pasado dejó muy en claro que, o en Noticieros Televisa ya no hay líderes o que Noticieros Televisa no cree en sus nuevos líderes.
A lo mejor estoy equivocado pero, en la más absoluta congruencia de formato, a mí me hubiera encantado ver ahí a Paola Rojas, a Karla Iberia Sánchez o a Julio Patán, como en otros tiempos vimos a Adela Micha y a Víctor Trujillo.
Por si esto no fuera suficiente, entre Raymundo Riva Palacio, Leo Zuckermann, René Delgado y los demás comentaristas no existe la química, la fuerza, que existía cuando estaban Carlos Marín y Ciro Gómez Leyva.
¿Usted qué opina de lo que sucedió el jueves pasado en Las Estrellas?
Yo creo que Televisa le acaba de dar el sí al candidato de Juntos Haremos Historia. Yo creo que esto ya va a cambiar de tono. ¿O no? M