Milenio

HOMENAJE A MADEGUITO

Adalberto Madero, alcalde de Monterrey de 2006 a 2009 por el PAN, busca recuperar su puesto ahora de la mano del PVEM. Aquí un recuento de sus mejores ocurrencia­s para atraer votos, luego de ser señalado por la iniciativa privada como uno de los gobernado

- Karina VARGAS

Su peculiar modo de hablar desvía la atención de sus promesas al intentar entenderle una oración completa. Con ello tiene la estrategia perfecta para afrontar cualquier reclamo con un “sacagon mis palabgas de contexto”.

¿Recuerdan el video de AMLO cortándose el cabello? ¡Pues Adalberto también lo hizo! En enero de 2018 fue con “Don Pepe”, le pidió un corte “al estilo Maderito” y después se fue a bailar “Scooby Doo papá”.

Llegó vestido de rapero a comprar los boletos de un concierto en el que participar­ía Pitbull e invitó a los regiomonta­nos a ganarse diez pases dobles cortesía de Madeguito populista.

Apareció en otra grabación recibiendo serenata de una cajera de un Oxxo, mientras él, medianamen­te sorprendid­o, se terminaba una bolsa de papitas. Ese es cariño del pueblo, no acarreados.

Sabe controlar el enojo irracional: en una entrevista que concedió para televisión, la periodista le dio la bienvenida a Madero con un “me cae gordo”… ya a cuadro, Adalberto presumió haber bajado de 105 kg a 71 kg y dijo: “¿Ya pueden decir: ‘Me cae bien flaco”? Con “La cumbia de Maderito” se adelantó a los tiempos de la Niña bien, el Chavo chaka y el niño Wawis.

El miedo no anda en Maderito. Así lo dejó ver al grabarse con un par de tarántulas y afirmar con las cejas en alto que él no le teme a esas criaturill­as (tras bambalinas se filtró el grito de “¡quítamelaa­a!”, pero eso es otra historia).

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