Chiapas, corazón indígena
POSEEDOR UNA VASTA RIQUEZA NATURAL, ESTE ESTADO TIENE EN SUS COMUNIDADES UNO DE SUS MÁS GRANDES Y EMOTIVOS ATRACTIVOS
Gracias a la extensa presencia de las comunidades indígenas, en cada región de Chiapas es posible encontrar diversas manifestaciones artísticas y culturales que enriquecen la vida cotidiana del estado de gran belleza natural y abundante legado histórico, atractivos que atraen cada año a más de 6,700,000 turistas. El embarcadero de la Sociedad Cooperativa Nandambua es uno de los cinco que hay en la región, en donde se puede recorrer el Cañón del Sumidero, emblemático sitio de Chiapas con rutilantes paisajes.
El paseo por las aguas del río Grijalva embelesa por las espectaculares paredes de más de 1,000 metros de altura, la abundante vegetación, las historias y leyendas de la región.
Durante el trayecto, nuestro guía, Pedro Hernández, nos dio una amplia explicación de la flora y fauna de esta zona, en donde es fácil escuchar los gritos de los monos, el trinar de los pájaros y observar a los cocodrilos en los bordes del río.
A mitad de la travesía, se descubre el paisaje que forma parte del escudo de Chiapas. Ese sitio fue elegido porque se dice que ahí se libró la “Batalla del Sumidero” entre los antiguos Chiapa y los españoles.
Se transitan 22 kilómetros del Cañón del Sumidero, que tiene más de 2,000 metros en su parte más ancha y poco más de 1,000 metros de altura en su parte más alta. Pernoctamos en el hotel Casa Flora María en San Cristóbal de las Casas, el Pueblo Mágico que posee la mayor superficie cubierta por tejas en el país.
Entre las experiencias que se pueden vivir en este lugar está el taller de ámbar con el ambarero –así se les llama a las personas que extraen la resina fosilizada– Miguel López, quien es parte de la tercera generación que labora esta joya. Hoy, en medio de la modernidad, Tuxtla Gutiérrez aún conserva arquitectura colonial, rituales, fiestas y platillos prehispánicos. Aquí se recomienda visitar el jardín Botánico “Faustino Miranda”, la Casa de Artesanías, el Museo Regional de Chiapas, el Museo de Historia Natural, el Parque Bicentenario o la inmaculada Catedral de San Marcos, cuyos cimientos datan del siglo XVI.
Pero entre sus atractivos destaca el zoológico “Miguel Álvarez del Toro” (ZooMAT), fundado por Eliseo Palacios para el estudio y conservación de la fauna regional; lleva el nombre del biólogo como un reconocimiento a sus trabajos de investigación y defensa de los recursos naturales del estado.
Se localiza en medio de una zona cubierta de selva mediana; aquí se pueden apreciar quetzales, tapires, guacamayas, jaguares, monos araña y nutrias, además de venados, tortugas, zorros, mapaches, aves rapaces y acuáticas. El ámbar es la gema más característica de Chiapas, ya que desde hace cientos de años ha sido utilizada como ofrenda ceremonial y materia prima para elaborar amuletos, joyería y objetos de arte; además, aporta información sobre épocas pasadas, a través del estudio de sus incrustaciones –insectos, hojas, anfibios– que tienen más de 30 millones de años.
Para completar la visión de esta joya, recorrimos el museo dedicado a la resina. Se localiza en el exconvento de La Merced; su creación fue impulsada por mineros, artesanos y comerciantes del municipio de Simojovel para tener un espacio de exhibición y venta de la joya chiapaneca. También visitamos el Centro de Textiles del Mundo Maya, que integra más de 2,500 piezas