Milenio

Hay un nuevo campeón

Jaime Munguía pedía una oportunida­d mundialist­a y en la primera que tuvo noqueó al monarca; hace un mes, ni se imaginaba que pelearía por un título

- Érika Montoya/Ciudad de México LA

Las condicione­s adversas dejaron de importar tan pronto sonó el primercamp­anazo. El mexicano Jaime Munguía soñaba en convertirs­e en campeón mundial y lo logró con un nocaut en cuatro rounds sobre estadunide­nse Sadam Ali, en lo que fue su primera oportunida­d. Atrás habían quedado los 15 días más intensos en los que tuvo que armar una estrategia para ser el rival de reemplazo e ir por el cinturón superwelte­r de la Organizaci­ón Mundial de Boxeo.

El sábado en Verona, Nueva York, el tijuanense de 21 años mandó a la lona en cuatro ocasiones a un sorprendid­o monarca que no esperaba ese tipo de desenlace, pues para él cualquiera que soñara con su derrota “estaba en drogas”.

Sin respeto, en menos de dos minutos, el mexicano, que tiene 86 por ciento de probabilid­ades de nocaut, tumbó a Ali con un gancho a la barbilla. Con los ojos desorbitad­os, pero con determinac­ión el que venía de acabar con la carrera de Miguel Ángel Cotto se levantó para seguir, pero más tardó en poner las piernas firmes que en volver a visitar la lona.

Para el segundo round, Ali salió a boxear, pegado a las cuerdas y lanzando rectos que le dieran el espacio para sentirse seguro, pero de nada sirvió. De nuevo puso las rodillas en el entarimado.

El cuarto round fue el efectivo, pues con confianza de saber que estaba arriba en las tarjetas y viendo que los golpes de Sadam Ali no tenían efecto, el tricolor fue a la caza del golpe que le diera el triunfo, pero durante un desplazami­ento metió un volado de izquierda que conectó justo en la barbilla del monarca haciendo brincar al réferi para detener las acciones.

Munguía soñaba con coronarse joven para seguir los pasos de su ídolo, Julio César Chávez —quien lo hizo a los 21 años—, y este fin de semana el tijuanense comenzó con el pie derecho el camino del que asegura este campeonato solo sería el primer paso. Dejó su marca en 29-0, con 25 nocauts.

En la misma velada, el mexicano Rey Vargas sufrió con el estilo del armenio Azat Hovhannisy­an, pero retuvo por tercera ocasión la diadema supergallo del Consejo Mundial de Boxeo.

El capitalino tuvo que batallar con la agresivida­d y topes de su rival que le dejaron como saldo un par de gruesos cortes en la cara.

El pupilo de Ignacio Beristáin, mejoró su foja a 32-0 con 22 nocauts.

JUSTO EN EL HÍGADO

Vasyl Lomachenko se las ingenió no solo para levantarse por primera vez de la lona, también para noquear en 10 rounds a Jorge Linares y así convertirs­e en el primer boxeador que conquista su tercera división en apenas 12 peleas.

Leyendas como Óscar de la Hoya y Floyd Mayweather necesitaro­n de más de 22 contiendas para adueñarse de tres categorías, pero el doble olímpico ucraniano se abrió camino quitando a obstáculos como Gary Russell Jr., Nicholas Walters, Guillermo Rigondeaux y el sábado por la noche al Niño de Oro Linares.

“Estoy muy feliz. Le doy gracias a Linares, porque me dio una gran lección en el boxeo. Es muy bueno", dijo el ucraniano, quien visitó la lona por primera vez en el terreno profesiona­l.

Lomachenko batalló desde un principio con el tamaño y el peso del ahora ex campeón mundial, pero usando sus habilidade­s neutralizó el trabajo de un Linares que puso de su parte para no dejarle las cosas fáciles y con potentes ganchos lastimó en un par de ocasiones al ucraniano.

El desenlace del duelo llegó en el décimo round, cuando el asiático conectó con precisión un gancho al hígado que minó todas las fuerzas del venezolano.

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