Milenio

¿Y ahora qué van a hacer?

- Miguel Boada Nájera Twitter@mikeboada

El viernes en la madrugada a los Diablos Rojos les robaron los uniformes mientras los bat boys descargaba­n la utilería del camión del equipo, y de ahí no pasó nada más, ya que a quienes estaban en el lugar afortunada­mente no les pasó nada.

¿Si los que les robaron hubieran tenido otro tipo de planes y en lugar de llevarse los uniformes esperan a los bat boys para hacerles algo más? ¿Qué hubiera pasado? El robo de los uniformes (¿para qué los quieren quien se los llevaron? ¿De qué les van a servir usados y sucios —porque esos eran los que se iba a llevar a la lavandería? ¿Los van a vender?) se dio a las afueras del estadio

Beto Ávila, donde el equipo local debe tener seguridad y deben cuidar también al rival, ¿no había nadie vigilando? Digo, si estaban descargand­o era porque alguien les abrió la puerta, ya que debe haber gente cuidando el estadio.

No estoy exagerando. En Grandes Ligas el punto de la seguridad de los equipos y sus jugadores es una de las prioridade­s, y lo hace tanto el personal de MLB como del propio equipo y el de los rivales; sé que aquí en algunas cosas se ven (y se sienten) como Grandes Ligas, pero en otras se les olvida y prefieren dejar eso de lado, pero este acto que “no fue tan grave”, es un aviso para todos, empezando por la Liga.

El problema es que el equipo local es el encargado de la seguridad de los visitantes y Tigres falló, el tema puede quedar como muchas cosas, pasan y se olvidan, o puede marcar un antes y un después, porque ahora es evidente que los equipos (el material humano) y sus materiales (utilería, camión, uniformes) están vulnerable­s.

No hay que olvidar que las horas en las que ellos se mueven (muchas veces de madrugada y varias ocasiones en ciudades de alto riesgo), además de ser personajes conocidos, los puede volver blanco de hechos de este tipo, como ya ha sucedido con varios que han sido asaltados estando de gira. Los equipos lo saben. La Liga lo sabe.

Este hecho debe tener consecuenc­ias y no me refiero a que haya algún castigo sobre los Tigres, sino que debe hacer que lo que pasa actualment­e cambie y se tenga como prioridad la seguridad de los protagonis­tas y más si es en los estadios. Ahora la Liga debería dar la cara y ponerse a trabajar.

Ya hay un aviso que hay un pozo en el que alguien se puede caer, no vaya a ser que esperen a que alguien se caiga para taparlo, eso sería preocupant­e.

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