Candidatos en la Anuies (propuestas)
En la parte de propuestas, y ante los rectores de la Anuies, los cuatro candidatos comparecientes tuvieron una coincidencia: elogiar el documento de esa organización, afirmando que algunas partes se incorporarían a las respectivas plataformas partidarias. Meade fue aún más lejos: aseveró que “haría suyo” dicho texto. A semejanza de lo realizado con el diagnóstico en la semana pasada, aquí se destacan las propuestas que parecieron más relevantes.
Jaime Rodríguez: 1) suprimir las cantidades de dinero público destinado a los partidos políticos (prerrogativas), otorgándole de inmediato la mitad (seis mil millones) a la ciencia y la tecnología, y la otra mitad a los grupos indígenas. 2) Continuaría con la reforma educativa pero cambiando algunas cosas, en particular: “hay que escuchar a los profesores”. 3) Sus preparatorias militarizadas, establecidas en Nuevo León un año atrás, son un éxito: de los 1,500 alumnos iniciales se llegará a los 7,500 estudiantes en agosto próximo; el modelo podría generalizarse en el país.
Margarita Zavala: 1) Modificaría el actual Programa Nacional de Becas, promoviendo que los estudiantes sean de tiempo completo y otorgando más espacios a las mujeres. 2) Elevar la asignación federal en materia de presupuesto a las IES públicas, pasando del 0.75 del PIB a 1.5 por ciento. 3) Promover la educación en línea de modo tal que el país cuente con la institución más importante en esa modalidad dentro de América Latina.
Ricardo Anaya: 1) Elevar toda la inversión en infraestructura, considerando dentro de ésta al sector universitario. 2) Vincular la oferta educativa con la demanda laboral. 3) Todo el programa de gobierno giraría en torno a la educación, misma que sería considerada como “la gran prioridad nacional”. 4) Para que esto último sea efectivo se requerirá reflejarlo en el Presupuesto de Egresos de la Federación, reconociendo que la recaudación (en una comparación internacional) es muy baja.
José Antonio Meade: 1) Incrementar el PIB destinado a ciencia y tecnología: pasarlo del 0.5 por ciento actual al 1.5 por ciento, pero con una advertencia: “cada peso gastado debe generar mejores resultados”. 2) Frente al problema de las pensiones, resaltado en la parte del diagnóstico, debe restablecerse el Fondo
Concursable para Universidades, de tal modo que cada institución, con sus problemas específicos, prevea y resuelva lo que le resulte más adecuado. 3) En el objetivo de incrementar la cobertura en educación superior, el gobierno federal debe estimular a los dos subsistemas: el público y el privado.
Una valoración: después de escuchar a los cuatro candidatos, a lo largo de esos dos días (3 y4 de mayo), y con la parquedad del caso, algunos puntos comentables son los siguientes:
• Si algún problema afectó la imagen de las universidades públicas en los últimos meses fue el asunto de la llamada “Estafa Maestra”. Una veintena de IES se vieron involucradas (entre ellas varias pertenecientes a la Anuies) sin que el tema fuera mencionado por los candidatos o inquirido por los concurrentes. Todo políticamente correcto.
• La propuesta de El Bronco, de continuar con la reforma educativa pero “escuchando a los profesores”, con distintos matices, fue abordada por los otros candidatos, pareciendo un consenso.
• Varias de las propuestas de J. A. Meade y M. Zavala van por el lado del incremento del gasto, en algunos casos de manera sustancial, sin mención alguna sobre las posibles fuentes de financiamiento.
• La propuesta de R. Anaya, de vincular formación profesional con demanda laboral, es omisa en la mención de mecanismos para llevarla a cabo. Tal como fue expresada, se asemeja a los enfoques de formación de capital humano de fines de los cincuenta y la década de los sesenta que, en países con economía de mercado (derechos humanos incluidos), resulta imposible lograr.
• J. A. Meade vuelve a la gran propuesta del candidato Peña, de seis años atrás, de duplicar la asignación federal en materia de ciencia y tecnología, llevándola al 1 por ciento del PIB. El actual candidato del PRI ofrece ahora incrementarla a 1.5, cuando, desafortunadamente, aún se mantiene en ese 0.5 por ciento. Las posibilidades de ello, parafraseando al filósofo de Güemes, podrían expresarse de este modo: “si antes no, ahora menos”.
En fin, a la campaña le quedan seis semanas y, seguramente, muchas de estas propuestas se irán decantando conforme se vislumbre con mayor claridad el futuro electoral del país.