El Atlético goleó 3-0 al Marsella y se adueñó del trofeo de la Europa League, que alzó Fernando Torres
El francés fue fundamental en el triunfo del cuadro madrileño, que ganó su tercera Europa League y compensó su deuda de la Champions
No es solo la Europa League, es trabajo, esfuerzo, ser un equipo competitivo” DIEGO SIMEONE Entrenador del Atlético de Madrid Cuando me fui de casa, a los 14 años, quería vivir estos momentos” ANTOINE GRIEZMANN Delantero del Atlético de Madrid
Una demostración de determinación y eficacia de Antoine Griezmann y un ejercicio práctico colectivo lanzaron al Atlético de Madrid a la conquista de una nueva Europa League, el sexto título de la era Diego Simeone, un entrenador que ha puesto al Atleti entre los grandes de Europa.
Los colchoneros fueron superiores al Marsella, al que supieron golpear en el momento preciso, aprovechando sus yerros y aguardaron la hora para sentenciar el partido sin correr riesgos. Un 3-0 sin oportunidad de reacción para el Olympique.
La gasolina le duró a los franceses 15 minutos, cuando tuvieron incluso una ocasión para irse arriba en el marcador, pero fuera de eso, la final fue del conjunto rojiblanco y de su estrella, que domó primero a un contrincante respondón, con el 0-1 en el minuto 22, y lo sentenció después, en el 48’, dos definiciones incontestables.
En los días que se habla mucho de una posible salida de Antoine al Barcelona, surge la incógnita. ¿Cuánto vale Griezmann? Desde luego, mucho para el Atlético, con el que ya ha marcado 112 goles en cuatro temporadas y al que ha dirigido hasta un nuevo título, el primero europeo para el atacante francés, como el líder de un grupo que comenzó la competencia como el indiscutible favorito —después de su fracaso en la Champions—, y la concluyó como un firme campeón.
El Atlético aceptó la invitación del Marsella, que dejó clara su propuesta desde el primer instante, cuando Dimitri Payet pateó directo el balón a fuera de banda para avanzar y presionar a los españoles. Durante un rato, el equipo rojiblanco estuvo atenazado, exigido y hasta desajustado.
Un cuarto de hora nada más, cuando su oponente malgastó una ocasión de Valere Germain, habilitado frente a Jan Oblak por un fenomenal pase de Payet, o en la volea que conectó Adil Rami. Hasta ahí duró la agitación que pretendía el conjunto francés.
Quizá porque el Atlético se serenó y se acomodó, sobre todo porque la diferencia de calidad quedó demostrada en una simple acción: un pase por el medio del portero Steve Mandanda que no controló Franck Zambo Anguissa y que lo presionó y recogió Gabi con la perspectiva libre hacia Griezmann, infalible para marcar el 0-1.
Era el minuto 22, la primera oportunidad del equipo rojiblanco y el primer lapsus del Marsella, pero tal concesión es tan imperdonable como definitiva en una final, más aun contra un conjunto que aprovecha los fallos ajenos como lo hace el Atlético y con un goleador que define como Griezmann, con tanta autoridad. El partido pasó al escenario que mejor domina el cuadro de Simeone, se vio arriba y empezó a sentirse ganador, trabajó el resto del partido para no soltar esa ventaja.
Un momento clave, un giro fulminante al partido y un golpe rotundo para el conjunto francés, que sufrió el siguiente en forma de lesión, cuando Payet pidió el cambio a la media hora, entre el silencio de su propia afición, consciente de que la gesta era más complicada sin su capitán.
La final era del Atlético. No hubo debate en el segundo tiempo con la puesta en escena y, sobre todo, con el 0-2 de Griezmann, tan sutil en la resolución como rápido en la conducción, cuando recogió la perfecta asistencia de Koke, para sentenciar el título en solo 48 minutos y agrandar la historia europea del club rojiblanco, culminada con el 0-3 de Gabi Fernández en los instantes finales. Y que también cerró la carrera de Fernando Torres como futbolista rojiblanco con la conquista de su primer título como colchonero.