La declinación de Margarita Zavala y los independientes
Margarita Zavala retiró su candidatura a la Presidencia de la República. Pronto conoceremos las intenciones, alcances y efectos de este hecho político que se produce a unos días de que se realice el segundo debate entre candidatos a la Presidencia, en Tijuana, Baja California. Esta retirada se da cuando Andrés Manuel López Obrador ronda los 48 puntos porcentuales en intención de voto, de acuerdo a encuestas, a resultados de proyecciones o acumulados de encuestas.
Falta un poco más de 40 días para la jornada electoral, Margarita Zavala decidió retirarse con el propósito de incidir en el resultado, pero aún permanece en la ambigüedad a quién apoyará, a José Antonio Meade o Ricardo Anaya, pero sea cual sea su decisión final, anticipo que su efecto será nulo. El escenario electoral del 1 de julio está constituido ya: López Obrador ganará la Presidencia de la República, no por lo que dicen las encuestas, sino porque existe un gran movimiento social a su favor que desea un cambio de rumbo. El ánimo social está a favor del candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia.
La decisión de Margarita Zavala de retirarse de la contienda pone en evidencia el fracaso de las candidaturas independientes para presidente de la República en el actual proceso electoral. Para senadores, diputados federales y locales, la historia es otra y tendrán que revisarse caso a caso. En lo que concierne a la elección presidencial, los resultados saltan a la vista: Jorge G. Castañeda ni siquiera se registró; María de Jesús y Pedro Ferriz de Con no lograron el número de apoyos requeridos. Armando Ríos Piter enfrenta fuertes cuestionamientos por la autenticidad de sus firmas y finalmente se sumó a la campaña de Meade. Margarita y Jaime Rodríguez El Bronco lograron incluir sus nombres en la boleta. La campaña de El Bronco no ha causado ningún impacto y ya conocen la declinación de Margarita.
Ante este escenario poco favorable a las candidaturas independientes, debe decirse que son una pieza fundamental de un proceso electoral, que cualquier democracia moderna debe incluirlas como una vía para la participación política de los ciudadanos. Cuando se tenga el escenario completo y se vea cuál fue el resultado de las candidaturas independientes en los diversos ámbitos donde compitieron, se deberá hacer una revisión de éstas para su fortalecimiento, no como una alternativa a los partidos, sino como un complemento de la democracia.
En realidad, y con las excepciones de Marichuy y Pedro Ferriz, las candidaturas independientes en este proceso electoral fueron utilizadas por políticos profesionales en sus estrategias para figurar en la competencia. Se tiene que revisar a profundidad la legislación para eliminar los absurdos requisitos que se plantean y en su lugar establecer otros que garanticen el genuino apoyo y representatividad a un ciudadano sin partido. Por supuesto que también tiene que revisarse el tema del piso parejo en materia de acceso a tiempos oficiales y a financiamiento público. M