Llaman a una rebelión pacífica contra Ortega
Los universitarios del Movimiento 19 de Abril convocan a paralizar el país centroamericano durante 24 horas, para “obligarlo a renunciar”
Los estudiantes que protagonizaron las protestas en Nicaragua convocaron a una “gigantesca rebelión pacífica” en el país para presionar la salida del gobierno de Daniel Ortega, al cumplirse un mes de iniciado el conflicto. “Los Ortega-Murillo no tienen ninguna intención de abandonar la silla presidencial. El pueblo grita ‘basta ya’”, señaló el Movimiento 19 de Abril en un comunicado. Los estudiantes, que participan en el diálogo con el gobierno junto al sector privado y la sociedad civil, pidieron restringir la circulación en el país por 24 horas a partir de este jueves. “Convocamos al pueblo de Nicaragua a una gigantesca rebelión pacífica, para hacer presión sobre todos los sectores institucionales y económicos, para que de una vez por todas adopten una postura digna en la que velen por el bien de su propio pueblo”, indicó el comunicado.
Los estudiantes pidieron a la población apoderarse “de las calles con barricadas en todos los barrios, comunidades, comarcas, municipios y departamentos del país”.
También instaron al movimiento campesino y a la población del interior a “cerrar completamente los tranques (retenes) en las fronteras y principales carreteras, impidiendo el acceso y la circulación en el país, y con énfasis a la ciudad de Managua durante 24 horas”.
Igualmente, pidieron a la población dejar de comprar combustible en dos gasolineras ligadas a la familia Ortega, así como no pagar impuestos y abonos de deudas financieras a instituciones del Estado. “Esta es la primera oleada de rebelión pacífica del pueblo de Nicaragua”, advirtieron los estudiantes.
El comunicado fue emitido un día después de instalado un diálogo nacional, en el cual líderes universitarios instaron a Ortega a dimitir y “cesar la Los manifestantes “autoconvocados” divulgaron ayer un decálogo sobre cómo comportarse en las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, con instrucciones que prohíben el acoso y el alcohol, ya que “las protestas son para exigir justicia y democracia”, seguido de la máxima de no tirar basura, pues “la ciudad es nuestra casa”.
Los jóvenes “autoconvocados”, apoyados por la sociedad civil que desde el 17 de abril ha tomado las calles en forma espontánea contra Ortega, también fijaron un perímetro de seguridad de 50 metros alrededor de cada “Árbol de la vida” para represión” de la policía contra manifestantes. Ortega no accedió a esas demandas.
La crisis inició el 17 de abril con una protesta estudiantil contra una reforma al Seguro Social, que aumentaba las cuotas de empresas y trabajadores, y se profundizó tras la violenta acción de policías y paramilitares contra manifestantes inermes.
Mientras, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, adscrita a la OEA, inicia hoy su visita al país para investigar la violencia, una condición para evitar muertes por aplastamientos, como le ocurrió a un cineasta guatemalteco la noche del miércoles mientras filmaba los hechos. Dichos “árboles” son estructuras de hierro de 17 metros de altura y 14 toneladas, “sembradas” en las principales calles de Managua por la primera dama Rosario Murillo, 15 de los cuales (de 143) fueron derribados en el último mes por la gente. “Si fumas, recordá que también hay niños en las protestas”, se añade y “no olvidés que un cigarro se disfruta más compartiendo, así que compartí”. dialogar que puso a Ortega la sociedad civil. “Mañana empezaremos nuestra visita de trabajo para monitorear la situación de los derechos humanos”, anunció ayer el titular de la CIDH, el brasileño Paulo Abrao, en Twitter.
Encabeza la misión de la CIDH la comisionada y relatora para el país, Antonia Urrejola Noguera y entre sus integrantes está el propio Abrao.
El gobierno de Ortega se resistió a permitir la visita solicitada por la CIDH hasta que cursó la invitación el lunes, el último día de plazo que la Iglesia católica como mediadora del diálogo le había dado para ello. “El objetivo de carácter preliminar es hacer una observación en terreno sobre la situación de los derechos humanos”, indicó la CIDH, que estará hasta el lunes y se reunirá con autoridades del Estado, miembros de la cúpula católica, asociaciones civiles y otros actores relevantes.
También recabará también testimonios de estudiantes, personas y familiares afectados por la violencia. m