Jugada que no se espera
Los Diablos Rojos del México han sacado a cinco corredores con reviradas a las bases, recurso en el que han hecho énfasis desde la pretemporada Cuando vemos que hay un buen margen para intentarlo, lo hacemos, y el miércoles nos salió bien”
Es una jugada con un bajo porcentaje de efectividad, pero cuando se aplica y funciona puede tener mucho peso en el desenlace de un juego. Las reviradas a las bases son algo común en el juego y un acto que es responsabilidad del lanzador, quien tiene una misión: mantener al corredor lo más pegado a la colchoneta para evitar que salga al robo o tenga opciones de anotar con un batazo.
Es común, pero tiene una variante, la revirada sorpresa, que se realiza en pocas ocasiones y cuando funciona no solo es especial, sino que tiene un fuerte impacto en el juego, sobre todo en la parte anímica.
El miércoles, en el segundo juego de la serie frente a Oaxaca, los Diablos Rojos del México sorprendieron a los Guerreros, cuando en la tercera tanda mandaron una revirada a la segunda base, donde sorprendieron a Rafael Ynoa, quien se convirtió en el segundo out de la entrada. El bateador en turno al siguiente pitcheo sacó rola al shortstop y así acabaron con la amenaza.
“Estaban atentos el segunda y el short, quienes cuando ven que hay oportunidad le mandan la señal al pitcher, así se ponen de acuerdo, y cuando vemos que hay un buen margen para intentarlo lo hacemos, y el miércoles nos salió”, explicó Luis Fernando Méndez, coach de pitcheo de los capitalinos.
Durante la pretemporada le dedicamos mucho tiempo a practicar este tipo de jugadas”
Además de siempre tener presente la opción de realizar una revirada sorpresa, en particular en esta situación se dio un movimiento en particular: Ynoa llegó a segunda y desde ese momento comenzó a platicar con el segunda base, David Vidal, al abrir se mantuvo el diálogo entre ambos, después de tres pitcheos eso no cambió, notando que el corredor abría bastante y así salió la señal.
“Al llegar a segunda base ellos saben en lo que se tienen que fijar, y fue Vidal el que observó que era una buena situación el pensar en sacarlo y así se buscó la jugada”, continuó el coach.
Con esta acción, los lanzadores de los pingos han sacado a cinco corredores a través de una revirada, dos de ellos han sido en la inicial y tres en segunda.
“En pretemporada le dedicamos mucho tiempo a practicar este tipo de jugadas porque sabemos que en un momento pueden ser gran diferencia en un juego cerrado o en un duelo de playoffs”, continuó Méndez.
Estos actos han tenido mucho peso y eso fue desde el primero
Coach de pitcheo de Diablos Rojos
que consiguieron. Era apenas el segundo duelo de la campaña, pero los Pericos de Puebla habían llenado la casa, entonces aprovecharon un momento de distracción de Daric Barton, quien estaba en primera base, David Reyes reviró, llegó el inicialista (Iván Terrazas) y tocó al corredor; así acabaron con la amenaza de los poblanos, en un juego que ganaron 10-3.
“El trabajar este tipo de acciones tiene varias razones, primero hacer que el corredor no abra tanto para evitar que con un hit pueda anotar, después está el buscar revirar para hacer el out. Sabemos que no se usan mucho, pero podemos tener un gran resultado y por eso la practicamos desde la pretemporada y lo ensayamos una vez a la semana”, contó.
De hecho, son los miércoles cuando el club antes de pasar a su práctica de bateo, ensaya las diversas jugadas defensivas para tener fresca esta acción y poder aumentar las posibilidades de éxito cuando la apliquen.
Las cinco reviradas que han realizado han sido con lanzadores distintos, empezando con Reyes y siguiendo con Gonzalo Sañudo, Fabián Anguamea, Samuel Zazueta, cerrando con Octavio Acosta.