Soledad, consecuencias y 13 razones más
Era muy difícil hacer la temporada 2 de 13 Reasons Why para Netflix, pero el éxito que tuvo y sobre todo la conversación que desencadenó fueron muchos de los motivos por los cuales su creador Brian Yorkey junto con los ejecutivos de Netflix decidieron regresar. Y no de la manera que uno hubiera esperado.
Así es como nos encontramos el 21 de marzo (lo recuerdo bien, porque la primavera se presentó con una brutal tormenta de nieve que enmarcaba nuestras conversaciones con el panel y expertos) con el creador de esta serie, basada en un libro que habla de un tema profundamente doloroso y tabú: el suicidio adolescente. Netflix mandó a hacer un estudio que arrojó muchos resultados de los que hablamos en su momento, pero el hecho es que tener esto en la pantalla, por más que asuste, está académicamente confirmado que puede iniciar esa conversación que podría nunca ocurrir de otro modo.
Yorkey, quien además de ser un hombre encantador tiene también el crédito por la obra ganadora del Tony el año pasado: Dear Evan Hansen (que toca el mismo tipo de temas), confesó que estaba muy sorprendido por la respuesta a la primera temporada de la serie.
“Sabía que tendría impacto en Estados Unidos, pero no alrededor del mundo. Porque hay muchas diferencias. La forma en la que van y conviven en la escuela. Y también en la forma en la que hablan, sus interacciones. Pero hay cosas que son iguales. Sentirse solo. Aislado. Deprimido. Estresado. Estas cosas, he aprendido el año pasado, sí pueden ser iguales. Por eso lo hicimos”.
Y ese es el punto. La soledad. La depresión. No se habla mucho de ello. Es la enfermedad de nuestros tiempos. Las diversas sociedades lo manejan de distintas formas, pero lo que yo veo en 13 Reasons Why, más en su segunda temporada, es que mucho de lo que pasa ahí se vive en nuestro país de manera incluso mayor. Etiquetar a la gente y tratarla con base en ello. Amenazas para quienes buscan defenderse. Falta de recursos para tener alguien que está alerta, especialmente en las escuelas (con honrosas excepciones). Pasa también en el trabajo todo el tiempo. No, no es una serie solo para chavitos.
“Me da mucho gusto que estemos teniendo esa conversación. Incluso la gente que no estuvo de acuerdo sobre cómo contamos la historia, me da gusto que estén teniendo la conversación y hablando de los hechos”, me dijo Brian, agregando, “El silencio no ayuda. El silencio no cura nada. La conversación es solo el principio, pero hay que hacerlo”.
Yo me había prometido no empezar otra serie hasta terminar ciertos pendientes, pero no pude parar este fin de semana. Todos los que hemos perdido a alguien, sobre todo a alguien joven cuya muerte pudo ser evitada, nos hemos quedado a lidiar con las consecuencias y el dolor. No diré más para quien no haya visto aún esta temporada. Hay uno que otro recurso dramático que yo me hubiera ahorrado, pero entiendo por qué lo hicieron (querían ahí a su protagonista) pero de lo más loable de todo, es que después de hacer los estudios de los que hablamos al principio, los personajes principales de la serie aparecen antes de los capítulos hablando del tema y admitiendo que si uno está pasando por temas así de delicados, quizás no deban ver la serie (o deban hacerlo con un adulto presente). Y brindan opciones para pedir ayuda. Toman su parte de la responsabilidad. Se agradece. ¿Ya andan en las redes sociales y en persona con la brillante idea de que Verificado.mx repase la serie de Luis Miguel? ¿Serán los mismos que pedían cambios de ciertos protagonistas de telenovela en Change.org? ¡Sean serios, compadres!