Mientras veíamos el debate… el infierno
Ayer, en una de las zonas más con- curridas de Guadalajara, en plena colonia Americana, unos hombres balacearon a agentes estatales de seguridad y, según las primeras versiones, intentaron asesinar al ex fiscal general del estado Luis Carlos Nájera, que se encontraba en el restaurante Suntory. Hasta el momento que redacto estas líneas parece solo haber cuatro heridos.
Guadalajara, buena parte de Jalisco, sigue en llamas.
La salida de prisión a finales del año pasado de varios personajes fundadores o piezas importantes de la organización que después se convirtiera en el cártel de Jalisco Nueva Generación parece haber provocado nuevas tensiones en la organización criminal que, añadido a que enero, el secretario de Gobernación anunciara que sería ese cártel y su líder la prioridad más importante del gobierno federal en la lucha contra la violencia y la delincuencia.
En Tijuana, mientras la ciudad estaba llena de políticos e invitados para el debate presidencial, en un par de días hubo cinco ejecutados y otros tantos heridos. Apareció un par de cuerpos envueltos en bolsas de plástico.
En Veracruz, un alto mando de la policía federal fue asesinado, el cuerpo tenía huellas de tortura, estaba atado de pies y manos, presentaba el tiro de gracia.
En Oaxaca, dos policías de investigación de la agencia estatal fueron atacados a balazos en una emboscada y posteriormente sus victimarios les prendieron fuego dentro de la camioneta oficial.
Hay zonas de Guerrero donde los candidatos no pueden hacer campaña, y ayer asesinaron a un funcionario del INE en el estado.
A partir del 2 de julio y hasta el último día de noviembre, cinco largos meses, el país va a estar en transición, unos estarán entregando, otros aprendiendo. No solo en lo federal, sino en nueve estados y muchos municipios más. Y es ahí, en lo local, donde el cambio de autoridades, la inestabilidad de las transiciones, es terreno fértil para la violencia.
No sería extraño que vivamos un verano y un otoño de miedo.
Y que el nuevo presidente y muchos de los nuevos gobernadores y alcaldes tomen posesión en medio de un infierno. M