EXPOSICIÓN HECHO EN MÉXICO 1929-1999 Grandes arquitectos, clásicos del mobiliario nacional
Personajes como Mathias Goeritz, Pedro Ramírez Vázquez, Ricardo Legorreta y Agustín Hernández no solo diseñaron edificios sino también su menaje
Los arquitectos son fundamentales en la identidad no solo de Ciudad de México, sino de otras partes del país. Lo que mucha gente no sabe es que el mobiliario usado en algunos espacios públicos, como el Museo Experimental del Eco o el hotel Camino Real, de Puerto Vallarta, también fue diseñado por los creadores de los edificios.
Así lo observaron Mónica Landa y Aldo Solano, dos apasionados del diseño mexicano. Hace no muchos años decidieron unir esfuerzos para contribuir al rescate de una serie de diseños concebidos por quienes son más conocidos por su trabajo como arquitectos, como se ve en la Galería Clásicos Mexicanos. “Su mobiliario es precioso y muy importante”, aseguró la galerista: “Una casa la puedes ver de lejos, pero en una silla te puedes sentar y la puedes sentir para siempre. Con el proyecto quisimos traer a la luz una serie de muebles que, en algunos casos, vimos escondidos en diferentes lugares o que surgieron de las investigaciones”.
Para la inauguración de Clásicos mexicanos. Hecho en México 1929-1999, se eligió mobiliario emblemático de artistas y arquitectos como Mathias Goeritz, Pedro Ramírez Vázquez, Ricardo Legorreta, Agustín Hernández, Diego Matthai, Po Shung Leong y Armando Franco, quienes conforman la muestra inaugural de un proyecto que se va a renovar según avance el trabajo de investigación, a decir de Solano. “A partir de que desentrañemos los misterios de muchas piezas, incluso lo relacionado con el proceso de producción, se va a ir ampliando el catálogo. Nosotros tenemos ediciones limitadas de las versiones facsimilares que estamos ofreciendo en Clásicos Mexicanos, pero la idea es ampliar los de muchas obras”.
Sillas para El Eco y las denominadas Gala, Chamela y Tulum, Equipal y las colecciones Cofrán y Mezquitic, son algunos de los diseños que integran este acervo inaugural de Clásicos Mexicanos, donde se refleja cómo algunos arquitectos no solo estaban enfocados en el exterior de los edificios, sino incluso en el interior, en lo que habría de verse dentro de una casa o de un edificio. “Todos estos muebles eran producidos de manera muy artesanal, con procesos que hoy están dejando de existir. Revivirlos un poco y que nos enseñen a nosotros cómo los hacían antes, que nos demuestren que sus muebles están hechos con la misma dedicación con la que fueron hechos hace medio siglo, ha sido todo un desafío”, explica Landa. Clásicos Mexicanos es el nombre de la galería, pero también de la exposición, que permanecerá tres meses con estas piezas inaugurales, en un proyecto enfocado al rescate del “diseño moderno nacional”, pero siempre como una manera de insertarlas en los espacios contemporáneos, destacó Solano, curador de la muestra. “En muy pocas ocasiones se han hecho ediciones facsimilares de diseños clásicos para organizar una exposición, sobre todo con un material didáctico y de investigación como soporte. Es una información que sirve tanto al coleccionista como al decorador o a quien quiera investigar el diseño mexicano. No es lo mismo ver la foto de una silla que sentarse en ella”.
La galería abre como la única que hasta el momento se dedica al rescate fiel del diseño moderno mexicano, aunque con una perspectiva contemporánea, en particular porque muchos de los materiales que usaron los arquitectos y artistas en cuestión ya no existen, están en peligro de extinción o dañan al medio ambiente. “Nosotros queremos ser absolutamente responsables, como sucede en el caso de algunas sillas elaboradas con madera que está en peligro de extinción, por lo cual se habló con el diseñador para ver cuál podía sustituirla. Otro ejemplo es la Silla México, elaborada con acero cromado, que contamina mucho, por lo que se optó por acero inoxidable”, explicó Solano.
Para la galería Clásicos Mexicanos no solo piensan en mobiliario, sino más adelante se enfocarán en otros objetos, como lámparas, tapicería e incluso algunas piezas producidas en plata. En todos los casos se tratará de obras emblemáticas, las que serán en este espacio. Incluso, “abrir la galería sin todos los diseñadores tiene el propósito de que la gente se nos acerque y nos cuente de los muebles clásicos que tienen en sus casas, con la intención de poder reinterpretarlas más tarde”, concluyó Landa.
La apertura de la galería se llevará a cabo el próximo sábado, en Tres Picos 65, Polanco. M