MÁS DE 15 SIGLOS DE ANTIGÜEDAD
Hallan en Chapultepec vestigios de un caserío tipo teotihuacano
Vestigios de un caserío de más de mil 500 años de antigüedad, cuyos elementos semejan el estilo clásico teotihuacano, se hallaron gracias al trabajo que arqueólogos del INAH realizan en un espacio de una hectárea perteneciente a la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec.
Inscritos en el Proyecto Bosque, Cerro y Castillo de Chapultepec, y coordinados por la arqueóloga Lourdes López Camacho, las labores de salvamento iniciaron a mediados de enero para supervisar áreas en las que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) introduciría nuevos sistemas de riego.
Los múltiples recorridos en superficie realizados en las tres secciones del bosque desde 2009, cuando inició el proyecto, han permitido el registro de diversas zonas con alto potencial arqueológico en el parque urbano.
Así, y en conjunto con la declaratoria instaurada en 2012 y ampliada en 2016, que establece a las dos primeras secciones y partes de la tercera como Zona Arqueológica de Chapultepec, fue posible emprender exploraciones en coordinación con la Conagua y localizar vestigios de una serie de viviendas prehispánicas de estilo teotihuacano, cuya temporalidad corresponde a las fases Tlamimilolpa (años 225 a 350) y Xolalpan (años 350 a 550) de dicha cultura prehispánica.
Si bien los trabajos en la Segunda Sección son en tres frentes, en dos se halla la mayor cantidad de hallazgos. Se trata de un par de unidades donde los arqueólogos ubicaron cuadros y rectángulos unidos por muros colindantes, que habrían sido los cimientos de antiguas habitaciones.
Las dos fases de ocupación se infieren por aspectos como un doble muro localizado bajo uno de los rectángulos al noroeste del asentamiento y diversas sobreposiciones de muros, así como por materiales de cerámica, obsidiana, pizarra, mica, piedra y 11 entierros humanos.
Una cantidad menor de materiales, principalmente figurillas y restos de cerámica, se ha fechado para el periodo Preclásico (1500 antes de nuestra era a 300).
López Camacho detalló que si bien se define al lugar como un caserío y se sabe que las dos unidades de excavación están conectadas, no se tienen elementos para clasificarle como un barrio.
Se precisó que de los restos óseos nueve corresponden a adultos. La mayor ofrenda hasta ahora registrada por el proyecto se localizó en la esquina de una antigua habitación. Allí se hallaron unos 17 objetos, junto con fragmentos de obsidiana y un pequeño hueso trabajado en forma circular. m