VUELVE EL PSOE AL PODER.
El nuevo presidente acepta la “enorme dificultad” de dirigir a su país en la actual crisis política; el PP acusa intromisión de “amigos de ETA y Maduro”
El socialista Pedro Sánchez se convirtió ayer en el séptimo presidente de Gobierno en la democracia española tras prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy, del Partido Popular, quien luego de negarse a dimitir fue cesado del cargo apenas transcurrida media legislatura.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez Castrejón, se convirtió este viernes en el séptimo presidente de Gobierno en la democracia española, después prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy Brey, que tras negarse a dimitir, fue cesado del cargo apenas transcurrida media legislatura.
El socialista, quien en 2016 intentó ser presidente y fracasó, reunió 180 votos, superando los 176 mínimos que necesitaba para convertirse en jefe del Gobierno, mientras que 169 diputados (Partido Popular y Ciudadanos) votaron en contra y una se abstuvo. Es decir, Sánchez tuvo más respaldo que Rajoy en su última investidura el 29 de octubre de 2016.
Sánchez llega a la presidencia tras el apoyo de siete grupos parlamentarios diferentes, además del PSOE, Podemos (extrema izquierda) y los independentistas Esquerra Republicana de Catalu- ña, Partido Demócrata Europeo Catalán, Partido Nacionalista Vasco, Compromís, Euskal Herria Bildu y Nueva Canarias. Un gobierno calificado por Rajoy como “Frankenstein”.
En el momento de darse a conocer el resultado de los sufragios se inició un fuerte grito de “¡Sí se puede!”, combinado de euforia no solamente de los socialistas, sino de parte de sus socios, sobre todo de Podemos cuyo líder, Pablo Iglesias, no paraba de hacer ademanes de triunfo.
Mientras, afuera del Congreso, varias personas le gritaron a políticos del Partido Popular (PP): “Fuera corruptos de nuestras instituciones”. Rajoy, ya como ex presidente, salió de inmediato a un despacho contiguo, pero antes fue a darle la mano y la enhorabuena a Sánchez.
Previamente, el socialista admitió ante la Cámara la “enorme dificultad” que tendrá su Gobierno, pero lo situó en un contexto diferente en toda Europa, con Ejecutivos en minoría y nuevos partidos. “La crisis institucional ha sido resuelta por los trámites legítimos que prevé la Constitución”, aseguró el líder del PSOE e insistió en que su intención es formar un Gobierno solo con gente de su partido, rechazando las ofertas de Podemos para un Ejecutivo de coalición.
La moción de censura fue presentada por el PSOE luego de que la semana pasada se conociera la sentencia de la trama Gürtel, en la que se confirmó que el conservador PP, al que pertenece Rajoy, se benefició y fue partícipe a título lucrativo de esta red de corrupción que arrojó más de 300 años de prisión para decenas de integrantes de esta fuerza política, empezando por su ex tesorero Luis Bárcenas, condenado a 51 años de cárcel, el mismo que aseguró que varios altos cargos del partido recibieron dinero “negro”, incluido el ahora ex mandatario (casi 40 mil euros) antes de ser presidente en 2011. Mariano Rajoy se presentó al debate hora y media después. Una vez en el hemiciclo, el ya ex presidente subió a la tribuna para reconocer su derrota. “Quiero ser el primero en felicitarle”, le dijo a Pedro Sánchez. “Ha sido un honor ser presidente de España y dejar una España mejor que la que he encontré”, afirmó el conservador: “Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día”.
El dirigente del PP empleó alrededor de un minuto en una despedida que finalizó así: “Suerte a todos ustedes, por el bien de España”.
El portavoz de Rajoy, Rafael Hernando, declaró que “Sánchez es presidente gracias a los amigos (Podemos) de Maduro (el presdiente venezolano), los enemigos (catalanes independentistas) que quieren romper España y los viejos amigos (nacionalistas vascos) de la ETA”.
“Rajoy se ocultó tras la pantalla de plasma para enfrentarse a la prensa, tras el rey cuando ardía Cataluña y detrás de la barra de un bar cuando se decidía su final. Cae sin honor ni épica. Más incluso que la corrupción, su legado será la cobardía”, escribió David Jiménez, ex director de El Mundo.
El Congreso español vivió dos días históricos que dejan el abatimiento del PP por la derrota y el inicio de una etapa incierta en el partido conservador que, entre 2011 y 201,5 dispuso de mayoría absoluta en el Legislativo y de control hegemónico de las instituciones.
En una semana el Gobierno de Mariano Rajoy pasó de festejar, después de meses de negociaciones, la aprobación de los Presupuestos de 2018, que le permitían asegurar la legislatura hasta 2020, a presenciar el cese del presidente acorralado por la corrupción en su partido, tras la publicación de la sentencia de la trama Gürtel. m