Pejenomics: Reprobados. Y 4
Alguien dirá que cuatro entregas sobre un folletín de 14 páginas es demasiado. Cuando la economía se maneja de manera irresponsable, lo que resulta demasiado son las penurias que se generan, en particular para quienes menos tienen. ¿Evidencia? La inflación galopante por el quiebre del modelo económico del 70 al 82 y la consecuente pérdida en el valor adquisitivo de la moneda, del salario, del orgullo, del futuro.
Nuestro folletín, Pejenomics, dice algunas cosas con las cuales es imposible agarrar pleito, empezando por el subtítulo: “Hacia una economía para todos”. También dice que los beneficios de la apertura deben distribuirse de forma más equitativa; que se aplicará una política de cero endeudamiento y baja inflación; que se reconoce el papel de los emprendedores y se favorecerán los programas universales que detonan el consumo y muchas otras generosas generalidades más. ¿Quién puede reñir con tantos y tan buenos propósitos? El problema es sencillo: parafraseando al clásico… “¿y los cómos, apá?”.
Las campañas electorales son torneos de promesas. Con frecuencia gana quien promete más y mejor y en el trayecto evita responder sobre los “cómos”. Pero solo hace buen gobierno quien logra que en el menor tiempo posible se olvide la mayoría de sus promesas. AMLO promete a diario el paraíso en la Tierra, con abundancia para todos: becas, subsidios, apoyos, disminución de impuestos. Pero, aunque todo mundo sabe que nada sale más caro que lo que el gobierno ofrece gratis, por momentos, inclusive, la oferta ha rayado en la locura. Va una muestra:
La designada como secretaria de Energía en caso de ganar la coalición amloísta, y por lo pronto candidata al Senado, la señora Rocío Nahle, es una ingeniera química reconocida. Pero como en las campañas se ofrece de todo, ha dicho que el nuevo gobierno dará créditos sin intereses a los ganaderos. De entrada un buen subsidio para el deudor. Más de uno buscará la forma de evadir las reglas para depositar el dinero en otro banco… negocio redondo. Pero más aún, el crédito se pagará ¡con crías! Bienvenido a la época del Medioevo: los ganaderos pagarán sus créditos con sus productos, y los campesinos y las empresas exigirán hacerlo con los suyos. Total, será una entidad pública, acaso el mismo prestamista, quien comprará animales, granos, prendas de vestir, manufacturas, en fin, lo que se ofrezca.
Este espíritu echeverrista apunta al riesgo económico detrás del amloísmo. Una connotada analista me refiere otro botón de muestra: en la embustera campaña que señala que los ex presidentes reciben “una pensión en total de cinco millones de pesos mensuales…”, el candidato habla de los ex presidentes a partir de Carlos Salinas. Sin embargo, Luis Echeverría sigue con nosotros a sus 96 años. ¿Lapsus o deferencia al doctrinario a seguir? M