Óscar Menéndez: su satánica trinidad
EMi solidaridad a Jorge G. Castañeda l testimonio fotográfico, cinematográfico del brigadista Óscar Menéndez muestra la inmensa alegría libertaria y rebelde del movimiento estudiantil mexicano de 1968 y la crueldad criminal del Estado en su contra. Política que aplicó sistemáticamente durante poco más de un decenio, con el fin de exterminarlo y que por eso fue considerada como Genocidio por los jueces mexicanos.
Ese Genocidio tuvo como uno de sus responsables al ex presidente Luis Echeverría Álvarez, por lo que sufrió prisión domiciliaria durante 847 días del 29 de noviembre de 2006 al 26 de marzo de 2009. Después fue amparado por el juez Luna, al considerar que no se acreditaba su comisión de Genocidio. Lo cual es aberrante: hubo genocidio pero no genocidas.
Esta cuestión limitó severamente la aplicación de la justicia. Ello no debe negar la importancia de haber alcanzado el juicio de Genocidio contra el Estado cometido contra el movimiento estudiantil. Está pendiente promover a escala internacional el juicio definitivo contra el Estado mexicano y el castigo a los responsables.
Para alcanzar esas metas es muy importante el trabajo testimonial de Óscar Menéndez, sus películas Historia de un documento: los presos políticos en la cárcel de Lecumberri y 2 de octubre aquí México; Únete Pueblo; Los Comunicados del CNH, y miles de fotografías, son pruebas irrefutables de la inmensa movilización del 68 mexicano y del salvajismo que practicó el Estado contra ese movimiento libertario.
Óscar Menéndez, como también Leobardo López Arreche en El Grito, más otras películas documentales o de ficción basadas en hechos reales, como Rojo Amanecer, del escritor Xavier Robles, dirigida por Jorge Fons y otras posteriores, narran la gran epopeya social, cultural libertaria del 68 mexicano, que no podrá ser atrapado en las pretensiones del Estado y otros para quitarle los colmillos al tigre y convertirlo en un gatito doméstico.
El legado del 68 y del 10 de junio de 1971 —que cumple mañana 47 años de haber sufrido una matanza de 44 estudiantes, comprobados con nombre y apellido— es diverso, complejo e incluso contradictorio. El 68 nos regaló “la dulzura de la libertad que no se olvida”, discurso del Búho el 27 septiembre del 68. M