Trump-Kim, la intrincada atracción de los opuestos
El jefe de la Casa Blanca y el heredero de la dinastía comunista se darán la mano finalmente mañana en la isla singapurense de Sentosa, luego de meses de tensas y accidentadas negociaciones
Aprimera vista parece difícil imaginar dos personas más distintas que Donald Trump y Kim Jong-un, quienes este martes 12 de junio, a las 09:00 hora local, mantendrán una cumbre tan histórica como impensable en la isla Sentosa, en Singapur. Pero, si se mira de cerca, tienen muchos puntos en común.
El multimillonario estadunidense, quien cumplirá 72 años dos días después de la cumbre, fue el presidente de mayor edad en asumir funciones en la historia de su país.
Treintañero, cuya edad precisa se desconoce, el líder norcoreano es , a su vez, uno de los líderes más jóvenes del mundo, con seis años en el poder. Ha sido el artífice de una fulgurante aceleración de los programas atómico y balístico de su país, al punto de poder lanzar un misil que alcance al territorio de Estados Unidos. Una proeza que agravó las tensiones entre Washington y Pionyang, dos capitales que hasta hace poco intercambiaban amenazas sobre un apocalipsis nuclear, y sus líderes rivalizaban en insultos. Mientras Trump calificaba a Kim de “hombrecitocohete”, “cachorro enfermo” o simplemente de “gordito”, éste prometía meter en vereda al “pastel norteamericano y enfermo mental”. Pero, la retórica se apaciguó en forma espectacular cuando se confirmó la distensión en la dividida península coreana. “Pienso que van a entenderse bien”, predice John Delury, profesor de la universidad Yonsei de Seúl. “Contrario a lo que se podría pensar, creo que se escucharán”.
De hecho, el joven Kim, quien hasta este año no había hecho ninguna visita al exterior, se distinguió por dar la impresión de saber escuchar. Se lo vio conversar largo rato con el presidente chino Xi Jinping en una playa de Dalián, en el noreste de China; e incluso mantener una actitud más respetuosa ante el presidente surcoreano, Moon Jae-in, durante un té al aire libre en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide la península.
Y, pese a su imagen, Trump también supo preguntar y escuchar en sus visitas a Pekín y Seúl, observa Delury. No obstante, el contraste no podría ser mayor con Kim, el heredero educado por años, incluso en Europa, con el único fin de suceder a su difunto padre Kim Jong-il en la cúspide del poder, un líder que no tiene que preocuparse por elecciones, las portadas de los diarios o el poder de Twitter.
Pero, hay similitudes en su manera de gobernar y de confiar en su familia. La hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong se ha impuesto como una de sus más cercanas consejeras. Fue su emisaria en los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, y lo acompañó a la cumbre intercoreana de Panmunjom, en la DMZ, y en su cita con Xi en Dalián.
Ivanka Trump es una de las asistentes de su padre, su marido Jared Kushner es un consejero muy cercano y Donald Trump Jr. jugó un rol importante en la campaña; exigiendo ambos líderes una lealtad personal total.
Pese a la imagen de rudeza, ambos personajes mostraron que “pueden escuchar”
En un mes, desde el 28 de febrero, Trump destituyó o vio partir a varios altos responsables de su equipo, como Hope Hicks, una de sus consejeras más próximas, al consejero de Seguridad Nacional, HR McMaster, e incluso al secretario de Estado, Rex Tillerson.
La prensa también ha informado de importantes reajustes en Pionyang, como los reemplazos del jefe del Estado Mayor general y el ministro de Defensa.
Kim se destacó por su carácter despiadado al hacer ejecutar a su propio tío, Jang Song-thaek, por traición en 2013. Su medio hermano, Kim Jong-nam, fue asesinado en 2017 en Kuala Lumpur, un crimen que casi todos le imputan. Pero, según personas que lo han tratado, Kim es alguien “muy preparado”. No es alguien que solo le va a dar la lección y quedarse observando con la mirada vacía, afirman.
El 12 de junio, los observadores escrutarán con atención cuando se estrechen las manos estos dos hombres, que además se distinguen por una manera muy personal de saludar a sus interlocutores. m