Milenio

Urdangarin, del palacio a las puertas de la prisión

El cuñado de Felipe VI pasó de ser la pareja ideal, que refrescaba la Corona, al primer miembro de la familia real que pisará la cárcel

- CONDENADO A CASI SEIS AÑOS Carlos Pérez Gil-EFE/Madrid

La decisión del Tribunal Supremo español de sentenciar a Iñaki Urdangarin, cuñado de Felipe VI, a cinco años y diez meses de prisión sitúa al esposo de la infanta Cristina al borde de la cárcel y de convertirs­e en el primer familiar del rey de España que entrará a una prisión.

La condena supone un hito en el entorno de la Corona española, puesto que hasta ahora ninguna persona vinculada a ella se había visto en la tesitura del encarcelam­iento.

Urdangarin, nacido en Zumárraga (provincia norteña de Guipúzcoa) en 1968, dejó de pertenecer a la familia real en junio de 2014, al mismo tiempo que su esposa y la infanta Elena, la otra hermana del rey, cuando Felipe VI llegó al trono ese mismo año.

Sin embargo, ya en diciembre de 2011 se le apartó de las actividade­s oficiales, poco antes de que fuera imputado por sus negocios en un caso de corrupción, conocido como caso Nóos, junto a su socio, Diego Torres, también sentenciad­o a cárcel.

Desde ese momento, la brecha de Urdangarin con el rey Juan Carlos y su cuñado, entonces heredero de la Corona, empezó a agrandarse ante el daño que su conducta estaba generando a la institució­n monárquica en un contexto de crisis económica en España y de enfado ciudadano por la corrupción.

Nadie hubiera imaginado el desenlace judicial de Urdangarin y su defenestra­ción cuando, hace algo más de dos decenios, irrumpió en la vida de la monarquía española a raíz de su noviazgo con la infanta Cristina.

Por entonces era uno de los jugadores más renombrado­s del balonmano español, con el que ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, cuando conoció a la infanta.

Fue uno de los jugadores de España más notables del balonmano que ganó medalla en Atlanta 96

El 4 de octubre de 1997 contrajero­n matrimonio en Barcelona en medio de la percepción generaliza­da de que se trataba de una pareja idílica, que reforzaba la buena imagen de la Corona española. El rey Juan Carlos concedió a su hija el título de duquesa de Palma que Felipe VI, ya en el trono, retiraría.

Con una imagen social intachable, el yerno del entonces monarcas Juan Carlos se vio reforzado para adentrarse en el mundo de los negocios y hacer dinero al margen de su función en la familia real española.

El germen de su descarrío fue cuando se embarcó en 2004 con Torres en la fundación del Instituto Nóos, una vez que se constató que obtuvo de forma irregular varios millones de euros procedente­s de diversas administra­ciones públicas.

Urdangarin ocultó buena parte del dinero a través de la empresa Aizoon, de la que era titular al 50 por ciento con su esposa, la infanta Cristina, absuelta en el caso, aunque tendrá que abonar 136 mil 950 euros como responsabl­e civil a título lucrativo. m

 ??  ?? El esposo de la infanta Cristina, ayer en la Audiencia de Palma.
El esposo de la infanta Cristina, ayer en la Audiencia de Palma.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico