Milenio

“Mi compromiso en el jazz es conmover”: Sherman Irby

Duke Ellington fue grande pese al racismo, asegura el integrante de Jazz at Lincoln Center Orchestra, dirigida por Wynton Marsalis

- EL SAXOFONIST­A SE PRESENTARÁ EN CDMX Xavier Quirarte/México

En el saxofón alto de Sherman Irby se percibe el calor de un músico que toca con fervor y busca transmitir esa sensación a sus escuchas. Esto podrá constatars­e el próximo sábado a las 20:30 horas, cuando se presente con su grupo Momentum en el Centro Cultural Roberto Cantoral como parte del ciclo NY Jazz All Stars. También tocará el domingo en el 16 Centro Cultural Teopanzolc­o, en Cuernavaca.

Figura emergente del Smalls Jazz Club de Nueva York de mediados de los años 90, Irby es parte de la Jazz at Lincoln Center Orchestra (JLCO), dirigida por Wynton Marsalis. Ha tocado en las bandas de Marcus Robert, Elvin Jones y Roy Hargrove, entre otros. Con una sólida carrera como líder, grabó dos discos con el sello Blue Note y ahora cuenta con su propia compañía, Black Warrior Records.

Nacido en Tuscaloosa, Alabama, en 1968, cuando apenas tenía 12 años el músico tuvo la oportunida­d de tocar y grabar con James Cleveland, El Rey del Góspel, lo que marcó su vida: “El propósito de la música góspel es conmover a la gente, algo que aprendí en la iglesia, pero es algo que también tiene el jazz. Miles Davis y Dexter Gordon son dos grandes ejemplos de músicos que sabían cómo conmover a la gente y despertar sensacione­s. El góspel me hizo entender cómo conmover a la gente”, dice en entrevista telefónica.

Escuchar a Grover Washington Jr. fue una revelación para que se decidiera por el saxofón: “Me conmovió mucho la forma en la que tocaba cuando yo estaba en la escuela primaria y escuché un disco suyo llamado Winelight. Luego fui a casa de mi tía, quien tenía otro disco suyo, Mr. Magic. Todos lo adorábamos”.

Las posibilida­des expresivas del jazz llamaron su atención porque el género, dice, “es la combinació­n de varias músicas y aún está creciendo. Debes estudiar todo para entender lo que es esta música. Pasé mucho tiempo tratando de estudiar otros estilos. Por ejemplo, escuché mucho música latina porque en Tuscaloosa no había mucho de eso”. ¿Cómo ha sido su experienci­a con la JLCO? He sido parte de la JLCO desde mediados de los años 90 y es una educación continua. He aprendido mucho no solo de la historia de esta música, sino de lo que hicieron sus compositor­es. Vemos cuán grandes fueron los músicos que vinieron antes que nosotros. Al vivir en Tuscaloosa y estudiar luego en Atlanta, supe lo grande que era Dizzy Gillespie porque toqué algo de su música, pero era raro que tocara algo de Duke Ellington. Cuando empecé a tocar en la JLCO casi escuché todo de él y entendí la grandeza de su música. Luego aprendí cosas sobre Fletcher Henderson, Ernie Wilkins y todos estos grandes músicos y compositor­es que establecie­ron los cimientos del jazz. Aprendí sobre Count Basie y las cosas que hizo en un tiempo en que no era fácil que los negros las hicieran. ¿El jazz ha contribuid­o a cambiar a la sociedad? En cierta forma, porque no hay que dar las cosas por sentadas. Hay que admirar lo que Ellington hizo, tocando en todo el país en una época en la que, si eras negro, no podías entrar a ciertos restaurant­es, ni podías usar los baños y no podías entrar a ciertos lugares. Gente como él fue grande en ese sistema, capaz de hacer cosas milagrosas con todo lo que sucedía a su alrededor, lo que demuestra la resistenci­a de nuestra gente. Eso lo he aprendido escuchando esta música. ¿Vivió el racismo en Alabama? Sí. Está en todo el país y en el mundo. Lo experiment­é, pero no tanto como mis padres o sus padres. Ha cambiado: ahora el racismo se practica de otras formas y todos lo vivimos, de Alabama a Nueva York. Pero los seres humanos somos así: siempre tratamos de sobajar a otros. ¿Cuál es su compromiso como músico? Tocar mejor. Soy parte de un continuum, no estoy haciendo nada nuevo en el jazz. Mi labor consiste en aprender a tocar bien esta música e imprimirle mi propia personalid­ad. Suponer que uno puede hacer algo más que eso sería sobreestim­ar mi papel. Entonces considero que mi compromiso es tocar bien y conmover a la gente con mi música. Con los integrante­s de Momentum he tocado desde hace 27 años, tratando de seguir haciendo un buen jazz para que la gente sepa que esta música está viva. m

 ??  ?? En su formación tuvo una gran importanci­a el góspel.
En su formación tuvo una gran importanci­a el góspel.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico