Croacia reinó ante el desorden
Croacia sacó partido de la anarquía de Nigeria y gracias a un gol en propia puerta de Etebo, metáfora de un duelo sin control, y un penalti de Luka Modric, los croatas se llevaron los primeros puntos con el 2-0 final.
El tanto del jugador del Real Madrid, el primero que logra en un Mundial, sentenció un duelo que al descanso ya se había decantado de su lado gracias a un autogol.
Los croatas se llevaron un premio grande en un partido en el que los africanos no desmerecieron, aunque ninguno de los dos dio la impresión de ser superior al rival. Por la banda derecha de Vrsaljko, lo intentó más el combinado europeo, que dispuso de una buena ocasión a los 15 minutos en una combinación entre Rakitic, Mandzukic y Perisic que el último lanzó por encima del larguero.
A base de faltas evitaron todo conato de contragolpe africano, lo que trabó el duelo. A la media hora llegó el gol en un tiro de esquina que peinaron Mandzukic y Rebic y Etebo desvió a la red.
El partido cambió de tono en la segunda mitad, con Nigeria en busca de la igualada, pero no modificó el tono general de desorden. Croacia siguió usando su arma más peligrosa, el juego de cabeza, con Mandzukic, mientras Modric y Rakitic impusieron autoridad en el centro del campo.
El segundo tanto se fraguó cuando Troost-Ekong, impotente para parar a Mandzukic, lo agarró fuertemente que sin dudarlo se pitó penalti. Modric transformó y sentenció un partido que los nigerianos no supieron revitalizar.