El Zócalo vibró una vez más
Cientos de aficionados se reunieron en el corazón de la CdMx para seguir el segundo duelo de México en el Mundial; luego se dirigieron al Ángel de la Independencia para celebrar el triunfo
De nuevo, el Zócalo capitalino vivió una fiesta, luego de la victoria de México 2-1 sobre Corea del Sur, en su segundo partido dentro del Grupo F, en el Mundial de Rusia. Desde muy temprano, aficionados empezaron a llegar a la Plaza de la Constitución con la ilusión de celebrar otro triunfo, tal como ocurrió con Alemania el domingo de la semana pasada.
Inició el partido, momentos de emoción y un poco de tensión, México tenía la pelota, pero no encontraba el gol. Antes de la primera anotación, los fanáticos se mantenían atentos a cualquier jugada a favor del equipo con aplausos y gritos. De la misma forma con reclamos, cuando el contrario cometía falta. Vino esa jugada que cambió el partido. Andrés Guardado tiró una diagonal que un defensa coreano corta con la mano. Todos protestan, todos gritan y reclaman el penal… el árbitro lo pita y en Zócalo se celebra como si fuera una anotación.
Hace falta marcarlo, en las pantallas se ve a un Carlos Vela serio, concentrado. Acá, en la capital del país, algunos aficionados cruzan los dedos, otros rezan. Hay confianza en que el atacante yucateco ponga en ventaja a México. Y así fue. El júbilo llegó y la multitud celebró tras el cobro del delantero mexicano.
Algunos aficionados extranjeros presentes con su playera de México, también se mantenían expectantes al partido que parecía tener su segunda anotación. Por un momento entra el nervio en el cuerpo, porque hay lapsos del partido en los que Corea aprieta y pone en apuros a la selección mexicana, pero ahí aparece Guillermo Ochoa; el portero es uno de los jugadores más queridos en Rusia y en todo México.
Pero en el segundo tiempo hay otro pasaje bueno de México, uno que anima a los aficionados, los gritos de los fanáticos intentan trasladar energía a Hirving Loza-