EL TRI AVANZA PESE A TUNDA DE 3-0
EL TRICOLOR FUE VAPULEADO POR SUECIA, PERO AVANZÓ GRACIAS A LA VICTORIA DE COREA SOBRE ALEMANIA; EL LUNES ENFRENTARÁ A NEYMAR Y COMPAÑÍA
Graciasa Corea del Sur, que venció y eliminó a Alemania 2-0, el conjunto mexicano jugará contra Brasil el cuarto partido; aficionados festejaron hasta en la embajada del país asiático
En los últimos minutos, México terminó por desinflarse. El público dejó de gritar. El marcador ya estaba escrito con un contundente 3-0 a favor de Suecia. Entonces, lo que le importaba a los mexicanos era el partido que se jugaba en Kazán, entre Alemania y Corea del Sur. Un grito muy suave de “¡Corea, Corea!” se escuchó en las butacas de la Arena Ekaterimburgo.
Para colmo, a los teutones les dieron seis minutos más con el tiempo de compensación. Justo en esos instantes, los aficionados mexicanos volvieron a hacer ruido, el grito de gol se escuchó a un tono muy alto. No fue por un tanto de México, sino de los asiáticos. Antes del festejo, estaban los nervios a tope, porque el árbitro tuvo que recurrir al VAR para validar ese gol que era fundamental en las aspiraciones aztecas.
El encuentro del Tri frente a Suecia terminó. Fue una calamidad. Al mismo tiempo, Alemania, también calamitosa, quedaba sorpresivamente eliminada porque Corea le había metido el segundo tanto en los últimos suspiros. El equipo mexicano se reunió, como de costumbre, en la media cancha, había mucho por decir. Se había clasificado a octavos de final gracias a otro resultado. Muy amargo, porque los seis puntos que se habían obtenido antes con un buen funcionamiento, ahora lucían borrosos ante la desastrosa exhibición que se había dando con los suecos.
Porque Suecia fue superior a México, que aunque intentó rebelarse al final, no logró. Si bien los mexicanos pusieron en muchos lapsos del encuentro el talento, las jugadas verticales y los dribles, de nada sirvió cuando se les dificultó encontrar los espacios en el último tiro, y cuando los tuvieron no concretaron.
Y es que, en verdad hubo varios pasajes en los que parecía que el Tricolor levantaría las manos, en el que se podía soñar con conseguir los nueve puntos en esta primera fase del Mundial, algo nunca visto. Sin embargo, la frialdad de Suecia, su paciencia e inteligencia esfumaron esa posibilidad.
AHORA SÍ, DE POCO SIRVIÓ
En toda la era de Juan Carlos Osorio no hubo una alineación repetida. Fue hasta este duelo contra Suecia, el tercero de la fase de grupos del Mundial, que el colombiano mandó a los once con los que arrancó en el encuentro ante Corea del Sur. Este es el partido número 51 que dirige el timonel con el Tri.
Así, sin rotaciones de por medio inició este partido y corría apenas el primer minuto cuando Jesús Gallardo fue amonestado rigurosamente. Los primero arribos fueron de los suecos, quienes no lograron encontrar la vía para complicarle a Guillermo Ochoa.
Entonces, el Tricolor comenzó a tomar la pelota, pero los suecos seguían mandando en el juego. Entonces, llegó el tiro de Emil Forsberg, quien ahora sí hizo que Memo se estirara al máximo para alejar el peligro de su marco.
El primer tiro a puerta por parte de los mexicanos lo hizo Miguel Layún hasta el minuto 9. La selección intentaba sacudirse el nerviosismo y la presión, pero no lo lograba al cien por ciento, pues Suecia estaba ahí una y otra vez.
Al minuto 16, Hirving Lozano hizo una gran jugada, y aunque tenía la oportunidad para tirar, prefirió cedérsela a Vela, quien entraba en mejor posición. El delantero de Los Ángeles FC se acomodó el balón y metió un tiro que pasó muy cerca del arco.
Forsberg era el elemento sueco que ejercía mayor peligro sobre el área mexicana. Con unos cuantos pases largos, el balón llegaba a su área. En una de esas oportunidades no le pegó bien y la bola llegó a la tribuna.
Hubo un momento en que los elementos del cuadro azteca tomaron confianza. Edson Álvarez salía de su área, conducía el balón y buscaba a quiéen cedérsela, Carlos Vela llegaba a media cancha para recuperar el esférico. Todos trabajaban a marchas forzadas. No estaban cómodos
Al 28’, en una jugada en el área mexicana, Javier Hernández quiso controlar el balón, pero se lo acomodó con la mano. Ante la insistencia de los rivales, el árbitro Néstor Pitana tuvo que recurrir al VAR para checar si era penal. El Chicharito lamentaba la situación, levantaba la cabeza,