Sin México
abierta privada nacional para quedarse en manos de un solo grupo empresarial particularmente rico y poderoso.
Y ahí sí nadie va a extrañar la avalancha de programas “especiales” con circo, maroma y teatro. Ahí, lo que vamos a extrañar, va a ser la posibilidad de ver los partidos en cadena nacional.
El otro día me preguntaron en Charros vs. Gángsters de MVS Radio que cuál era el mejor programa de Rusia 2018, que cuál era el que más me gustaba.
Contesté la verdad: independientemente de que reconozca la complejidad de muchos trabajos, ninguno.
Todos son lo mismo: los mismos albures, los mismos reportajes de color, los mismos magos, las mismas güeras.
Sí, claro que de repente hay secciones maravillosas con gente de primera, pero son secciones, casos aislados, momentos, no producciones enteras, no fenómenos que, en deportes, se puedan comparar con Luis Miguel, la serie, en la ficción.
Queridos amigos que están en Rusia haciendo televisión mundialista: todavía están a tiempo de cerrar con broche de oro.
Por favor recapaciten, aporten, hagan algo nuevo, original. Hagan periodismo deportivo aunque no esté México y porque no está México.
¿Se dan cuenta de todo lo que pueden hacer? ¿Se dan cuenta de todo lo que pueden decir? ¡Son privilegiados!
No se regresen con las manos vacías. No nos dejen con esta sensación de depresión porque de eso no se trata. Es futbol. Es el máximo evento deportivo de la humanidad. ¿O usted qué opina?