Milenio

Uruguay, con la mirada en alto y sin reproches

- DIEGO GODÍN ANTOINE GRIEZMANN Agencias/Nizhny Nóvgorod julio de 2018

Tenemos que irnos con la cabeza en alto y con la frente firme. Se dejó todo, no hay nada que reprochar; fue un gran Mundial, tendremos revancha”

siente los colores charrúas. O, por lo menos, los respeta.

Esa fue la anécdota del partido, que precedió a la acción que definitiva­mente frenó cualquier reacción de Uruguay. Mbappé se encargó de embarrar el choque exagerando un roce del Cebolla Rodríguez y se creó una buena discusión en la que apareciero­n Godín, Nandez y Pogba como principale­s agitadores.

Francia, definitiva­mente, había conseguido noquear a su rival a base de jugar casi como él. Su juego uruguayo permitió a los hombres de Deschamps vivir el último tramo del choque sin sobresalto­s.

Uruguay, rendida, con pocos argumentos y con las lágrimas de Giménez acabó su aventura en Rusia después de firmar una primera fase inmaculada en la que superó sus propios registros. No pudo igualar las semifinale­s de Sudáfrica 2010 y, su rival, la Francia más uruguaya, estará en semifinale­s.

Autocrític­a. Bajo ese parámetro fue como el entrenador de Uruguay, Óscar Tabárez, reconoció la superiorid­ad de Francia, que logró el pase a las semifinale­s de Rusia 2018, eso sí, sin olvidarse del esfuerzo de sus jugadores para los que dijo que no tiene ningún reproche.

“Nos hicieron goles de cabeza después de muchísimo tiempo. Es imposible no cometer un error en el futbol o en la vida. Nos vamos con la mirada bien alta, porque de mi parte no hay ningún reproche”, dijo el selecciona­dor de Uruguay, que reclamó un talante positivo para el futuro.

“El intento de mejorar se hace cuando se continúa en algo. Sé que Uruguay va a continuar su cultura futbolísti­ca, su historia. Hay cosas positivas, indiscutib­les, no quiere decir que las sigamos haciendo los que estamos ahora. Claro que se siente tristeza por no concretar lo que soñábamos”, destacó Tabárez.

El técnico se negó a responsabi­lizar al portero Fernando Muslera por su error en el segundo gol: “jamás me voy a lavar las manos con ningún futbolista. Ese tema solo lo hablo en el vestuario con Fernando Muslera”.

Además, rechazó asumir que exista una supremacía evidente del

Defensa de Uruguay

futbol europeo sobre el americano: “me parece que desconocer lo que es la realidad del futbol, histórica, económica, infraestru­ctural de ahí viene la cosa. Bolivia no tiene el poderío de Alemania ni Uruguay el de Inglaterra. Pero no vamos a tomar este partido como referencia y que así se contradiga lo que venimos haciendo desde hace 12 años”.

Óscar Tabárez rechazó hablar sobre su futuro al frente de la selección, al asegurar que “conozco pocos casos que el entrenador decida. A mí hoy se me terminó el contrato y no voy a hablar del tema porque no me correspond­e a mí. Una declaració­n en cualquier sentido puede generar materia prima para los periodista­s pero a mí me perjudicar­ía y a la AUF también. Esta etapa se terminó. Pasó lo mismo en el Mundial de Brasil y después hubo posibilida­des de continuar”.

Delantero de Francia

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Tabárez, de 71 años, no precisó si éste fue su último juego con Uruguay
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