Ortega se niega a adelantar elecciones
El mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, rechazó este sábado adelantar las elecciones presidenciales de 2021 como una salida a la peor crisis política en el país centroamericano en las últimas cuatro décadas y fustigó a sus adversarios, a quienes calificó de “asesinos” y “golpistas”. “Ya habrá tiempo para las elecciones tal y como lo manda la ley, todo tiene su tiempo”, afirmó Ortega durante una concentración de simpatizantes en Managua.
Ortega, quien no asistía a un acto público desde el 30 de mayo pasado, desestimó, sin mencionarla explícitamente, una propuesta de la opositora Alianza Cívica que exige adelantar los comicios para marzo de 2019. “Las reglas no pueden venir a cambiarlas de la noche a la mañana simplemente porque se le ocurrió a un grupo de golpistas. Si los golpistas quieren llegar al gobierno que busquen el voto del pueblo”, retó Ortega.
En un discurso cargado de epítetos contra sus opositores, Ortega llamó “asesinos” a los manifestantes campesinos que protestan en los tranques (bloqueos), a los que calificó de centros de tortura y terrorismo, al tiempo que abogó “por que desaparezcan de toda Nicaragua” esos retenes de carreteras.
Responsabilizó a sus adversarios de haber provocado las muertes ocurridas desde abril en el país, que según organismos independientes de derechos humanos suman 309, en su mayoría jóvenes estudiantes baleados por policías y paramilitares.
En una aparente alusión a los obispos de la Conferencia Episcopal que media en el diálogo nacional, Ortega rechazó a “aquellos que lanzan maldiciones y nos sentencian en nombre de instituciones religiosas”.
Mientras, en Masaya, 27 kilómetros al este, manifestantes antigubernamentales recorrieron la ciudad exigiendo la renuncia de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. También pidieron justicia para las víctimas de la violencia policial y paramilitar.
La crisis en Nicaragua inició con una protesta estudiantil el pasado 18 de abril y se agravó tras la violenta acción de la policía y paramilitares contra manifestantes civiles. El gobierno solo reconoce 47 muertos.m