Videoafición
Vivir, morir y jugar en absoluta agonía; visualmente, es un juego muy perturbador
Rafael García/Ciudad
Ljulio de 2018 os fanáticos del género survival horror seguramente estaban esperando la salida de este juego, que a primeras luces parece muy interesante, pero conforme vas progresando hace honor a su nombre, más allá de lo que uno pueda llegar a imaginarse.
La premisa es realmente muy simple: en Agony tomas el control de un alma atrapada en el infierno que no tiene recuerdos de lo que hizo en vida, y cuyo único objetivo es llegar hasta la diosa roja (Red Goddess) para intentar volver de nuevo al mundo de los vivos.
Esta pobre alma tiene la habilidad especial de poseer el cuerpo de mártires y demonios débiles (aunque eventualmente puede poseer demonios más poderosos) para cruzar en infierno hacia la la diosa roja.
Visualmente, se trata de un juego perturbador, muy perturbador de hecho. A tu alrededor solo hay sangre, dolor y miseria, la crueldad es el pan de todos los días y no hay cómo evitarla, por el contrario, terminas siendo parte del círculo vicioso. Los escenarios son muy oscuros y llenos de criaturas repugnantes que se supone, son ciegas, pero que utilizan su agudo sentido del oído para escucharte y saber dónde te encuentras; la lógica aquí indicaría que al poseer el cuerpo de un demonio deberías de pasar inadvertido, pero no es así.
Agony es un juego con una dirección de arte muy grotesca, sin mencionar lo explícito de la violencia gráfica, es decir, al avanzar verás cuerpos ser desmembrados, quemados, triturados y en resumen, torturados de manera muy explícita.
La violencia es explícita, también lo es el arte, así que, tanto hombres y mujeres como demonios (masculinos y femeninos), son anatómicamente correctos y sin opción a cubrir sus partes privadas.
Desafortunadamente, el juego es una agonía completa, y es que los desarrolladores se enfocaron tanto en crear una atmósfera aterradora que se les olvidó crear un sistema de juego decente para poder disfrutarla.
Los escenarios son muy pequeños y por momentos claustrofóbicos, sobre todo cuando tratas de escapar de los enemigos; y hablando de estas molestias, muchas veces se vuelve frustrante el tratar de huir, pues aun haciendo lo que te pide el juego (guardar silencio) siempre parecen encontrarte.
Otro grave problema es lo repetitivo de las misiones y es que, siempre hay una llave por encontrar o un laberinto que resolver y, en niveles tan saturados visualmente, es fácil perderse y caer en la desesperación.
Tristemente, Agony no alcanza a cumplir las expectativas y es que si bien, luce terrorífico, se juega espeluznantemente mal. Quizá en los siguientes días o semanas saquen un parche para reparar algunas cosas más urgentes, como la inteligencia artificial de los enemigos, pero eso no será suficiente para mejorar la experiencia en general.
Agony está disponible en PlayStation 4, Xbox One y Steam.