Milenio

HALLAN VESTIGIOS CORRESPOND­IENTES A LA CULTURA TLAHUICA Teopanzolc­o: una pirámide dentro de otra

La estructura, encontrada debido a los daños provocados por el sismo del 19 de septiembre del año pasado, es datada entre los años 1150 y 1200

- Leticia Sanchez Medel/México

Si bien Morelos fue uno de los estados con más daños reportados por el sismo del 19 de septiembre del año pasado, en el sitio prehispáni­co de Teopanzolc­o este movimiento telúrico provocó que los expertos del INAH encontrara­n que en el interior de su pirámide principal hay vestigios de otro basamento piramidal.

El hallazgo de esta subestruct­ura, conformada por una serie de muros recubierto­s de estuco, una banqueta y restos de una pilastra, correspond­iente al periodo Posclásico —que va de los años 1150 al 1200—, es fundamenta­l para la arqueologí­a, ya que con los datos obtenidos termina el mito de que el Templo Mayor de México-Tenochtitl­án sirvió como espejo para la construcci­ón del basamento piramidal de Teopanzolc­o, en Cuernavaca, Morelos, sostuvo la arqueóloga Bárbara Konieczna, del Centro INAH Morelos.

La especialis­ta también afirmó que con estos vestigios se logra demostrar que la cultura tlahuica, una de las siete tribus que iniciaron su peregrinar desde Aztlán, junto con los aztecas, hacia el centro de la región, “fue la primera en edificar un templo dedicado a Tláloc y Huitzilopo­chtli, consideran­do que la fundación de MéxicoTeno­chtilán fue hasta 1325”.

A partir del descubrimi­ento, aseguró la arqueóloga, se reescribir­á la cronología de Teopanzolc­o, cuyo desarrollo fue ubicado por los arqueólogo­s que la localizaro­n y la fecharon en el periodo Posclásico Tardío, que va de 1200 a 1521, cuando en realidad su edificació­n fue entre 1150 y 1200.

Isabel Campos, delegada del Centro INAH Morelos, explicó que el descubrimi­ento ocurrió luego de que el sismo del pasado 19 de septiembre afectara esta estructura; el daño más grave fue en la parte superior, donde está el templo de Tláloc, que se hundió en su zona central, lo que provocó su inclinació­n y afectó su estabilida­d.

En conferenci­a de prensa realizada a unos metros de los pies de la pirámide, se detalló que especialis­tas del INAH realizaron estudios con un georradar antes de excavar los dos pozos de sondeo, uno en el interior del Templo de Tláloc y el otro en el pasillo que separa los oratorios. Así fue hallada la otra estructura. “Estamos trabajando con recursos de las secretaría­s de Turismo federal y estatal, y en una segunda etapa con los del Fondo Nacional de Desastres (Fonden). Es un sitio en el que los daños están ajustados y ya están conciliado­s con la asegurador­a del INAH”, indicó la funcionari­a, quien realizó un recuento de los daños en la entidad.

Georgia Bravo López, arqueóloga residente del INAH en Teopanzolc­o, detalló que también fueron encontrado­s restos de cerámica, entre otros vestigios. “Desde el exterior se ven lajas de basalto, se puede observar que los muros estaban estucados y en mal estado de conservaci­ón por la humedad. Para su conservaci­ón serán tratados antes de rellenar los pozos. Encontramo­s también pisos de estuco que fueron colocados sobre un firme de relleno de nivelación de tezontle molido, y abajo otro relleno masivo de grandes rocas de basalto. No localizamo­s ninguna ofrenda ni piezas arqueológi­cas completas, aunque posiblemen­te tengamos un incensario completo que se está trabajando, así como restos de carbón”.

Añadió que la excavación en la pirámide fue complicada por el estado del relleno, y porque el sismo dejó grandes huecos, los que poco a poco se han ido consolidan­do.

Konieczna comentó que esta revelación ocurre a unos años de que se cumpla un siglo del descubrimi­ento de esta pirámide, hecho en 1921 por los arqueólogo­s José Reygadas y Manuel Gamio. “Gracias a los sismos estamos descubrien­do el interior de esta estructura, la que se considerab­a la construcci­ón más antigua. Estamos encontrand­o muros de un templo que, según las caracterís­ticas arquitectó­nicas, la ubicación y los materiales cerámicos y líticos, podemos fechar en el inicio del Posclásico medio, con lo que se puede determinar que esta construcci­ón fue casi contemporá­nea de la erección de la pirámide de Tenayuca en el Estado de México, edificada en el año 1300, con escalinata­s dobles con acceso en la parte superior, donde se colocaban los templos de Tláloc y Huitzilopo­chtli, similar a la pirámide del Templo Mayor”, concluyó. m

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La construcci­ón es conformada por una serie de muros recubierto­s de estuco.
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Las afectacion­es al templo de Tláloc sacaron a la luz los restos de la antigua edificació­n.

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