COMBINAN DOS ESPECIES SILVESTRES MEXICANAS Superchayote contra el cáncer, creado por UNAM
El extracto de la verdura combate dicho mal y es amable con las células que están sanas, ya que tiene un poderoso agente antitumoral y antineoplásico
Tras una década de trabajo y diversas pruebas de laboratorio, investigadores de la UNAM desarrollaron un superchayote derivado de la combinación de dos especies silvestres mexicanas, cuyo extracto crudo contiene agentes capaces de combatir el cáncer y a la vez es amable con las células que están sanas.
En un comunicado de la UNAM, Edelmiro Santiago Osorio y su grupo de trabajo de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, explicaron que el extracto del alimento contiene “poderosos” ingredientes antitumorales, es decir, que impiden el crecimiento de las células malignas, y antineoplásicos, que evitan que el cáncer continúe desarrollándose. El especialista en biología celular y su equipo de investigación compararon las sustancias de la hortaliza con la citarabina, un medicamento que se utiliza en el tratamiento de algunos tipos de cáncer como la leucemia, en cualquiera de sus derivados, y que se basa en interferir la síntesis del ADN, lo que dificulta la multiplicación de las células malignas y retarda su crecimiento.
En ese sentido, destacó que el “superchayote es mil veces más potente que el de los ejemplares que pueden encontrarse en un mercado común”, por lo que buscarán la creación o la incubación de una empresa que ponga al alcance del público la sustancia activa. Una investigación española constató que los supervivientes al ébola generan unos anticuerpos “en pequeña cantidad”, denominados “unicornios”, que son capaces de identificar las zonas vulnerables del virus y de neutralizarlo, un primer paso para obtener una vacuna eficaz para todas sus variantes.
Los investigadores del Servicio de Microbiología y del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, son los responsables de este hallazgo tras analizar muestras de tres pacientes.
El investigador principal y jefe de este servicio, Rafael Delgado, explicó, en declaraciones a la “Tendríamos que comer muchos kilos de chayote del mercado para tener el efecto que logramos con el híbrido; sin embargo, indistintamente es sano consumir esta cucurbitácea, de hecho en hospitales es parte básica de la dieta”, señaló.
Santiago Osorio resaltó que el potencial del extracto crudo del híbrido universitario se evaluó en líneas celulares leucémicas y mononucleares de médula ósea de ratones y se comprobó que inhibió en gran medida la proliferación de algunas de éstas, reproductoras del cáncer, se destaca en el comunicado. El académico de la FES Zaragoza recordó que esta línea de investigación inició en 2005 con el objetivo de sumar esfuerzos con un grupo ingenieros agrónomos que estudiaban los efectos bio- prensa, que el estudio se enmarca dentro de una nueva estrategia llamada “vacunología inversa” para conseguir algunos agentes de vacunas que aún no hay —en casos como es el del VIH— o porque no son ciento por ciento eficientes, como en el de la gripe.
Esta estrategia consiste en descubrir cuáles son las zonas más vulnerables del virus, que generalmente están en la superficie y a partir de ahí conseguir vacunas que sean capaces de inducir los anticuerpos que identifiquen esas áreas. lógicos que pudieran tener los chayotes, aparte de los beneficios alimenticios.
Además, reconoció que a pesar de los estudios que se llevan a cabo en los laboratorios nacionales e internacionales, el cáncer sigue cobrando la vida de millones de personas alrededor del mundo.
“La estrategia que se ha seguido en los últimos años es la de buscar moléculas que bloqueen un punto particular dentro de la bioquímica del desarrollo de esa afección, los blancos moleculares, pero aún no tenemos los impactos esperados”, abundo el experto.
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2015 provocó la muerte de 8.8 millones de personas, siendo cáncer pulmonar el de principal causa con 1.69 millones de defunciones, seguido por el hepático con 788 mil, el colorrectal con 774 mil, el gástrico con 754 mil y el de mama con 571 mil fallecimientos.
El especialista también puntualizó que el objetivo es no buscar solo una molécula, sino tener un arsenal para atacar al mismo tiempo, con varias de éstas, los puntos donde pueda desarrollarse la célula tumoral. M