La victoria 7 días después
“Cuántas cosas se pasan en una semana…”, decía el gran Vicente Garrido. Y aunque él se refería a la ausencia del ser amado, también en política el fenómeno es destacable. Congruente con los dos discursos de la victoria, los siguientes siete días han estado pletóricos de acciones, por parte de Amlo, las cuales convalidan los mensajes ahí contenidos: la serenidad en el triunfo y la altura de miras en varias de las acciones enunciadas que el nuevo gobierno emprenderá. Este rasgo se extiende a varias de las personas nominadas desde enero para ocupar secretarías, quienes en tono sencillo, comedido y hasta didáctico han explicado en los medios lo que se piensa realizar a partir del primero de diciembre. A esto se suma que antiguos opositores felicitan, adversarios que dejan (o fingen) de serlo, y un sector empresarial que llega al entusiasmo al reunirse con él. ¿Será verdad tanta belleza? o ¿hasta cuándo durará?
Esta serie llega a su fin. Durante 11 semanas se intentó describir y analizar lo acontecido en las ya históricas jornadas electorales de 2018, poniendo el énfasis en lo correspondiente al sector educativo. En la semana transcurrida se ha revelado que aquellas nominaciones de posibles titulares no eran simbólicas o sólo propagandísticas. Se trató de instalar una especie de “gabinete sombra” que empezó a estudiar, preparar y, en algunos de los casos, inclusive desarrollar acciones (de manera notable el ejemplo del eventual responsable de la SHCP y sus entrevistas con varias decenas de responsables de los fondos de inversión extranjera).
De ahí que en cada uno de los siete días de la semana se hayan dado a conocer proyectos que podrían implantarse desde el primer día del nuevo gobierno, como es el caso del relativo a Jóvenes Construyendo el Futuro, (2.6 millones de beneficiarios, 74 mil millones de presupuesto anual, convenido con el Consejo Coordinador Empresarial); o el de la pensión universal para mayores de 65 años (5.4 millones de beneficiarios, 79 mil millones anuales).
En lo que corresponde a educación, durante la semana Esteban Moctezuma y Amlo han fijado o ratificado algunos puntos. El primero de ellos, en lo relacionado principalmente con la Reforma Educativa: a) se modifica sustancialmente; b) esta característica se extiende al Modelo Educativo; c) la evaluación a profesores permanece, tendría una diferenciación regional, pero sus resultados no se ligan con la permanencia laboral; d) en consecuencia, se modificaría la Ley del Servicio Profesional Docente, pero previamente se realizaría una amplia consulta; (A. Becerril y A. Muñoz, La Jornada; Z. Raziel, Reforma, 8 de julio).
Por su parte, Amlo se reunió con el rector de la Unam y, dentro de lo abordado destacan dos temas: primero, el relativo a que la institución diseñará propuestas que serían incorporadas al Plan Nacional de Desarrollo, acordándose que en un nuevo encuentro, cuando el primero ya sea presidente electo, se presentarían los proyectos correspondientes. Por lo que corresponde al segundo aspecto, López Obrador aludió a su compromiso relativo a que “ningún joven se va a quedar sin estudiar y no habrá rechazados”, confiando en que todas las universidades públicas colaborarían para impulsar la cobertura. El rector Graue, por su parte, afirmó que la Unam “no tiene capacidad en este momento para crecer…(pero que) se trabaja para incrementar la matrícula para educación media y superior que presentarán en breve” (La Jornada).
Conclusión. La magna acción desarrollada en los siete días posteriores al triunfo electoral es insólita en la historia del país. Su naturaleza es la de una nueva administración pública que ya se prepara para tomar las riendas, pero el hecho tiene una enorme repercusión política y económica. La reacción muy positiva de segmentos de la población y de los mercados, incluyendo el cambiario, es un acuse de recibo de que las cosas se están haciendo bien. ¿Durará? En este México deportivo nuestro, tan ayuno de éxitos, o tan lleno de fracasos, pasó inadvertida la fecha del 7 de julio. 50 años atrás, un joven nadador de 19 años rompió el récord mundial de los 1,500 metros en Santa Clara, California, EEUU. Nunca antes había sucedido una cosa como esa por parte de un coterráneo, pero también nunca más se dió. A las autoridades deportivas nacionales, clubes y asociaciones les pasó inadvertida la fecha. Aún es tiempo para recordar… y celebrar.