Trump-Putin en Helsinki
Hombres de los servicios de seguridad rusos y es- tadunidenses se mezclan en las soleadas calles de Helsinki con los turistas, mientras los anti enarbolan sus carteles. La capital finlandesa se prepara para una cumbre histórica entre Donald Trump y Vladímir Putin.
“¡Por una vez pasa algo en Helsinki!”, repiten sin cesar los finlandeses, contentos con la idea de que su país, de 5.5 millones de habitantes, se convierta en el centro del mundo por unas horas.
La cumbre es el mayor evento de este tipo organizado en la capital desde el encuentro entre Bill Clinton y Boris Yeltsin en 1997. Las autoridades, tomadas por sorpresa, tuvieron que trabajar a marchas forzadas para garantizar la logística y la seguridad.
“Terroristas y activistas sí representan una amenaza o aparecen en los ficheros”, precisa el director adjunto de la guardia fronteriza, Kimmo Elomaa. El viernes, las medidas ya eran perceptibles en el aeropuerto Vantaa de Helsinki.
Hubo que llamar a miles de policías, guardacostas y socorristas que estaban de vacaciones.
En el bulevar Mannerheim, policías y agentes de red vial sellaban el viernes las bocas del alcantarillado. En la Explanada, una avenida comercial llena de turistas, empezaban a levantarse barreras.
Tampoco faltarán las manifestaciones. La más importante, “Helsinki calling!”, prevista para hoy, pondrá el foco en cuestiones que, según los convocantes, descuidan ambos presidentes, como los derechos humanos, la democracia, la libertad de expresión y la suerte de los refugiados.
“En Finlandia tratamos a los niños como personas. No los metemos en jaulas”, dijo Peter Vesterbacka, uno de los creadores del videojuego Angry Birds, una crítica contra Washington por el escándalo de los niños refugiados que son separados de sus padres en la frontera entre México y Estados Unidos.
La autora Sofi Oksanen, conocida en el extranjero por la novela Purga, leerá textos del cineasta ucraniano Oleg Sentsov, encarcelado en Rusia y en huelga de hambre desde mediados de mayo.
La protesta espera reunir a unas 15 mil personas pero, más allá de los conciertos de metal y los partidos de hockey, las grandes concentraciones son poco frecuentes en Finlandia. La marcha del Orgullo Gay batió un récord absoluto el 30 de junio, con 100 mil participantes. Y en pleno verano, no se espera una gran participación en las protestas anti-Trump y anti-Putin. M