Milenio

60 TRIUNFOS

- Érika Montoya/Ciudad

Manny Pacquiao salió de Malasia con un campeonato mundial nuevo bajo el brazo y la satisfacci­ón de haber quebrado una racha de nueve años sin noquear a sus rivales.

En la Arena Axiata, de Kuala Lumpur, Malasia, el pelador filipino de 39 años no solo conquistó a los fanáticos, también la lona y las acciones, que terminaron por maniatar al argentino Lucas Matthysse, quien cayó por nocaut en siete episodios para ceder la corona welter de la Asociación Mundial de Boxeo, en lo que pretendía que fuera su primera defensa.

“Tuve cuidado porque tiene mucho poder, estoy sorprendid­o porque Matthysse es muy fuerte, pero tuve mucha ambición y entrené duro para la pelea, no recuerdo hace cuanto noqueé a mi último rival, pero quiero dedicarle esta victoria a mi pueblo filipino; hicimos un gran trabajo, pegamos fuerte y provocamos que fuera para atrás”, declaró Pacquiao, quien conquistó su noveno fajín mundial.

En el round inicial el senador filipino salió a medir las reacciones de su adversario y lo dejó mantener el centro del encordado para comprobar la potencia de sus puños, pero la respuesta del argentino fue diferente, pues tiene Pacquiao en su carrera, a cambio de siete derrotas y dos empates, con 39 peleas terminadas antes de tiempo. cedió la batuta de las acciones al veterano.

Con manos rápidas y combinacio­nes nutridas, Manny aprovechó para entretener a un pegador que tiene 85 por ciento de probabilid­ades de nocaut, pero que anoche no pudo brillar.

“Manny es un gran peleador, un gran campeón, se gana y se pierde y me tocó caer ante un gran rival”, reconoció el sudamerica­no, quien visitó la lona en tres ocasiones, dos de ellas poniendo la rodilla en la lona, como pidiendo tregua.

Pacquiao sorprendió a su rival cambiando la estrategia que se tenía proyectada y se plantó enfrente de su adversario e incluso, arriesgánd­ose a un golpe, retándolo a que lo conectara y funcionó, porque Matthysse no supo qué hacer los siete episodios que duró la contienda y sucumbió ante la presión de un Pacquiao que no dio signos de desgaste.

Con esta victoria, el tagalo mejoró su foja a 60-7-2, con 39

Estoy sorprendid­o porque Matthysse es muy fuerte, pero tuve mucha ambición y entrené duro”

nocauts; mientras que Matthysse sumó su quinto descalabro, tercero en sus peleas de mayor importanci­a.

En el duelo preestelar de la noche, el filipino Jhack Tepora mantuvo su calidad de invicto y el título interino pluma de la Asociación Mundial de Boxeo, al noquear en nueve rollos al mexicano Edivaldo Ortega.

En un duelo pactado a 12 rounds, el mexicano tuvo complicaci­ones para imponerse y ante un monarca más fuerte cedió en su primera oportunida­d de título mundial.

El Indio Ortega, quien por primera ocasión en su carrera se presentó fuera de México, encontró la forma de inclinar la balanza a su favor en el cuarto round, buscando presión y conectando su mano izquierda, que impactaba a la perfección gracias a una guardia baja del oriental, pero la velocidad e impulso del tailandés terminó por encontrar la forma de impactarlo de lleno y mandarlo a la lona.

En el noveno y último episodio Edivaldo cayó producto de una combinació­n corta de golpes y aunque se incorporó, la presión que le imprimiero­n fue tanta que terminó por no contestar, obligando al réferi a detener las acciones y dejar el récord del mexicano en 26-2-1 y 12 nocauts; Tepora mejoró su foja a 22 victorias, 17 por la vía corta.

El monarca mundial de origen venezolano Carlos Cañizales defendió la corona de peso minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo con un nocaut técnico en 12 rounds sobre el chino Bin Lu.

Con una pelea profesiona­l, el asiático fue por el título mundial, pero no estuvo a la altura de la ocasión.

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