La economía de EU crece en forma muy robusta
Es interesante observar que la economía estadunidense está creciendo en forma sorprendente; los analistas esperan que en la última semana de este mes, cuando se den a conocer los datos del PIB del segundo trimestre, éstos muestren un avance de más de 4 por ciento en comparación con el mismo trimestre del año anterior; números de este tamaño no se veían desde hace 15 años.
Asimismo, ha contribuido una política monetaria expansiva puesta en marcha por la Reserva Federal a partir de 2008, año de la ya famosa crisis económica y financiera que enfrentó el mundo, pero de manera muy importante EU. Basta recordar que ese año nuestros vecinos perdieron 8 millones de empleos y su sistema financiero se colapsó, al grado de que tuvo que ser apuntalado con fondos federales para capitalizar a los principales bancos comerciales y de inversión.
La Fed emitió más de 4 trillones de dólares (en anglosajón) para comprar bonos principalmente hipotecarios, que mantenían las instituciones financieras en sus balances para darles liquidez y que pudieran activar nuevamente el crédito al sector privado; además, la Reserva Federal bajó su tasa de referencia a cero para abaratar el dinero. La emisión de dinero se terminó en 2014, acto seguido se empezó a incrementar la tasa de interés en forma muy lenta y espaciada —hoy está apenas en 2.4 por ciento—, pero lo que viene hacia adelan- te es seguir subiendo la tasa de referencia hasta llegar a 3.54 por ciento, que es lo que se conoce como una tasa neutral; en adición, la Reserva Federal reducirá la liquidez en 2 trillones de dólares en los próximos años. Tanto el alza de tasa como la reducción de la liquidez se hará muy despacio para no descarrilar los buenos resultados económicos que se están logrando.
Todo la anterior se hace para que la economía no se vaya a sobrecalentar, y que la inflación que por fin ya está en 2.54 por ciento, no se salga de control; todo esto será un reto muy importante para la Reserva Federal.
Más allá de lo que significa lo aquí expuesto para la economía estadunidense, este fenómeno tendrá serias implicaciones para México: nuestra tasa de interés se tendrá que seguir subiendo —en los pasados dos años la tasa de referencia que fija el Banco de México subió de 3.5 a 7.75 por ciento, que es su nivel actual— y también tenemos que prepararnos para un dólar más fuerte.
La mejor receta para enfrentar lo que se nos viene es mantener finanzas públicas sanas, cuidar el endeudamiento e incrementar nuestra productividad, mismo que será un gran reto para el próximo gobierno.
Si se hace conciencia, la austeridad, la lucha frontal contra la inseguridad, la corrupción y la impunidad, serán magníficas estrategias para enfrentar tiempos difíciles.