EL LÍDER ILUSIONA
PUMAS TUVO UNA REACCIÓN FEROZ ANTE NECAXA, AL QUE LE DIO LA VOLTERETA PARA SUMAR SU SEGUNDA VICTORIA DEL APERTURA; DOBLETE DE CARLOS GONZÁLEZ Y MÁS GOLES DE MARTÍN RODRÍGUEZ, ALAN MOZO Y ALAN MENDOZA
Todo parece indicar que lo de Pumas ya es una realidad. El equipo que dirige David Patiño se impuso y de gran manera a un Necaxa que fue a la cancha del estadio Olímpico sin temores, sin complejos, que propuso, pero no encontró premio en su insistencia, más allá de esbozos aislados. Sí la tuvo Universidad Nacional, además, respaldando su desempeño con anotaciones, autoridad y un funcionamiento que ilusiona a su afición, aunque es muy pronto en el torneo. Goleada por 5-3 y lucimiento de varios elementos de ataque para cerrar un julio que podría catapultarlos.
A pesar de que los antecedentes inmediatos en la cancha del estadio Olímpico no son los mejores en este 2018 para Pumas, donde apenas sumaban tres victorias hasta antes del encuentro frente a los de Aguascalientes, el equipo universitario comenzó dominando el cotejo; sin embargo, un gol tempranero de Víctor Dávila, al 13’, le brindaba protagonismo al conjunto de Aguascalientes. Necaxa tomaba el timón de las acciones y al local le tocaba aguantar el huracán ofensivo rojiblanco. La jugada se armo con puro vértigo y gracias también, a marcaciones a destiempo de los centrales: Alejandro Arribas y Luis Quintana.
Le tocaba al local apretar los dientes y morir en el intento. No obstante de la diferencia parcial, Alan Mendoza, el lateral izquierdo nominal y permanente llegada al ataque, se sumó en un embate de Pumas y con una volea contundente, al 24’, emparejó los cartones. El juego vivió sus mejores momentos. En una jugada de táctica fija, el cuadro del Pedregal eligió una fórmula practicada a lo largo de la semana. Centro retrasado para Alejandro Arribas, que cabeceó para asistir a Mendoza y éste, en una especie de remate amorfo, incrustó la pelota en el arco de Hugo González.
El partido seguía su curso, con unos felinos que poco a poco se sentían más cómodos de tres cuartos de cancha hacia adelante, dominando la pelota y asociándose entre sí, quedando casi siempre en mano a mano con los sinodales en defensa. Por ejemplo, Pablo Barrera combinó más de una vez con Alan Mozo por la banda derecha, convirtiéndose en un dolor de cabeza para la zaga del Necaxa. Los Rayos, por su cuenta, no aminoraban elementos en ataque, trataban de aminorar el ímpetu de los pupilos de Patiño.
Para el complemento, ambos escuadrones entendieron que debían brindarse al máximo si querían obtener el triunfo para su causa. Así fue. No fallaron en intenciones. Al 53’, Matías Fernández adelantó a la visita. El chileno aprovechó un cobro de tiro libre cercano para hacerse presente en el electrónico y con ello, acercar a los suyos en las encuestas, pero en cuestión de segundos, Carlos González igualó el marcador. 2-2 y un encuentro abierto. Fue la tarde del ariete paraguayo, que pese a enfrentarse a su ex equipo, se brindó al máximo. Su primer tanto se dio circunstancialmente, gracias a una pelota mal fildeada por la zaga de los Rayos, que el guaraní convirtió en festejo.
Se mantenía la misma tónica: Pumas ofendía, desbordaba, trataba de hacerse presente, de aumentar el marcador y Necaxa no se rendía, iba a más, pero Martín Rodríguez colocaría el tercero de Universidad Nacional al 67’. Matías Alustiza, ya en la cancha, trató de habilitar a González en un nuevo desdoble, pero éste cedió de inmediato para el chileno, que llegaba con mejor ángulo de golpeo. Así fue. La pelota le quedó a modo, en los linderos del área a Martín, que la prendió con parte interna y la mandó guardar a la esquina más lejana del arco de Hugo González. Ya era el cuarto de la tarde.
Pumas dominaba a placer y disfrutaba su afición de un encuentro vertical, emocionante. Al 76’, Alan Mozo finiquitó un nuevo embate, firmando su primer gol en el máximo circuito nacional y puso el cuarto sobre la mesa... El canterano armó una pincelada propia de cualquier ofensivo, eludiendo rivales con cierta facilidad y a máxima velocidad, también se quitó a Hugo González. Ya era goleada y parecía que aumentaría, aunque se jugaran los instantes finales. Fue el propio González, cuando todo agonizaba, que mandó guardar el esférico una vez más, para darle al cuadro de CU su segunda victoria del torneo, la más contundente.
El 5-3 permite a David Pati-
ño trabajar con tranquilidad, preocuparse por mantener a su escuadrón enchufado, con los pies en la tierra, pero la mente adelantando etapas y pensando, aunque poco, en la Liguilla. Necaxa tendrá que realizar una introspección para entender sus fallos, pero dejó en claro en Ciudad Universitaria, que es un equipo de cuidado, kamikaze. A estos Pumas les sobran argumentos ofensivos y ahora, elogios al por mayor.
En cuanto a lo inmediato, Pumas tendrá una semana corta, pues el viernes se estará midiendo al Atlas, en la cancha del estadio Jalisco; los rojinegros vienen a la baja y la paciencia se agota. En Ciudad Universitaria todo es calma, aunque lo que menos deberán hacer es confiarse con un panorama tan alentador. Esta versión de los felinos luce madura, completa, solo le falta consolidarlo con el tiempo.