¿Adónde irá la soya que EU ya no pueda exportar?
El año pasado, antes del comienzo de la guerra de aranceles que desató Donald Trump, los agricultores estadunidenses vendieron a México 4 millones de toneladas de soya. Pero no somos su principal cliente. EU, el mayor productor de esta oleaginosa del planeta, vende 25 por ciento de sus cosechas a China.
Desde julio, los chinos respondieron a la guerra comercial de EU aplicando un arancel de 25 por ciento a los commodities que más duelen al comercio exterior y entre ellos la soya.
Esta es la razón por la cual la semana pasada se anunció en Washington un apoyo de 12 mil mdd a los productores estadunidenses, sobre todo de este grano que esperan cosechar en pocas semanas alrededor de 116 millones 100 mil toneladas. “No podemos gestionar semejante sobreproducción que tendremos en el país con la caída de las ventas”, dice un informe de The New Food Economy.
Cuando hay exceso de leche, por ejemplo, el gobierno de EU lo compra y lo conserva convertido en queso. Hasta 2012, el “queso del gobierno” (como le decían) casi no se consumía y se tiraba. Desde 2016, durante la presidencia de Obama, el Departamento de Agricultura compraba todo el excedente de queso cheddar y se entregaba de manera gratuita a bancos de comida y programas de asistencia alimenticia en todo el país. Otros productos se usan para almuerzos en escuelas públicas, como la carne de cerdo o las verduras. La premisa, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso 2016, es que “al eliminar estos productos de los canales de comercialización estándar se ayuda a limitar el suministro y, por lo tanto, a aumentar los precios y los ingresos agrícolas”. En cierta manera es torcerle la mano al famoso Adam Smith.
Pero, ¿qué harán con tanta soya que en su mayoría se usa para producir aceite y alimentar ganado y una mínima cantidad se dedica a tofu, por ejemplo?
Desde la Gran Depresión hasta los 80, el gobierno almacenaba en graneros del gobierno los excedentes de trigo, arroz y maíz a fin de mantener los precios del mercado al alza. Con el aumento en los precios internacionales de estos commodities, EU dejó de dedicarse a guardar y a cambio dan apoyos financieros directos a los productores, como el anunciado por Trump. Además, en los últimos 20 años, China aumentó en mil 600 por ciento la importación de soya, con lo cual ese statu quo significaba 40 mil mdd solo en 2016 para los productores de soya.
Según The New Food Economy, los agricultores de EU están vendiendo parte de su cosecha a pérdida, curiosamente a mercados que son productores del mismo grano como Argentina. Solo en los últimos meses, este país ha importado casi 300 mil toneladas desde el Midwest americano (porque para cumplir con sus exportaciones es más barato que comprarle en su vecino Brasil).
Posiblemente la soya de Iowa termine finalmente en China, pero bajando de un barco argentino. M