Maduro culpa a todos del fracaso productivo
La Asamblea Nacional le exige que suspenda “de inmediato” la reconversión monetaria y “se tomen medidas” para controlar la desbocada inflación
El presidente Nicolás Maduro admitió el fracaso del modelo de producción aplicado por su gobierno en Venezuela, que enfrenta hiperinflación y cuatro años de recesión.
Mientras, la Asamblea Nacional (parlamento), dominada por la oposición, le exigió que suspenda “de manera inmediata” la reconversión monetaria que suprimirá cinco ceros al bolívar y “se tomen las medidas necesarias” para controlar la desbocada inflación.
La Cámara aprobó, en una sesión que se vio interrumpida por un corte de energía eléctrica, un acuerdo que exige al gobierno “la suspensión de manera inmediata” del decreto presidencial N° 3.548. “Los modelos productivos que hasta ahora hemos ensayado han fracasado y la responsabilidad es nuestra, es mía, es tuya”, dijo Maduro en un congreso del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) realizado la noche del pasado lunes.
“Basta de lloriqueos (...), nos toca producir con agresión o sin agresión, con bloqueos y sin bloqueos, hacer de Venezuela una potencia económica (...) Cero lloriqueo, yo lo que quiero es soluciones compañeros”, subrayó.
Su gobierno estatizó sectores como el cemento y el acero, expropió cientos de empresas —entre ellas cadenas de supermercados— y más recientemente militarizó los mercados municipales en una supuesta cruzada contra los altos precios.
Asimismo, fija los precios de varios rubros y monopoliza las divisas mediante un control de cambios. “Calculo unos dos años para lograr un alto nivel de estabilidad y podamos ver los primeros síntomas de la prosperidad nueva, económica, sin abandonar un segundo la protección y seguridad social”, sostuvo Maduro.
El mandatario recalcó, además, que sus planes para la recuperación económica incluyen “llegar a seis millones de barriles diarios en el 2025 o antes”, en medio de una producción petrolera que se desplomó de 3.2 millones de barriles diarios en 2008 a 1.5 millones en 2018.
El Fondo Monetario Internaconal (FMI) estimó que este año la inflación del país será de casi un millón por ciento y que el PIB caerá 18 por ciento, tras haberse desplomado 14 por ciento en 2017 y 16.5 por ciento en 2016.
Maduro, que suele achacar la crisis a una “guerra económica” promovida por Estados Unidos para derrocarlo, llamó a la militancia del PSUV a sumarse a la recuperación de la producción, pese a las “agresiones” de Washington, que ha impuesto sanciones financieras contra Maduro, varios funcionarios del gobierno y la petrolera estatal PDVSA, que aporta 96 por ciento de los ingresos del país por la exportación de crudo.
Las consecuencias de los controles se reflejan, por ejemplo, en el sector agrícola que apenas abastece 25 por ciento del consumo nacional, tras aportar 75 por ciento en el pasado, según estimaciones de la Federación Nacional de Agricultores. La industria funciona a un 30 por ciento de su capacidad, según la privada Conindustria.
Un masivo apagón en Caracas generó ayer caos en el transporte, el comercio y las comunicaciones, reflotando denuncias sobre un colapso de los servicios públicos, aunque Maduro aseguró que fue un sabotaje. “Sabotearon el sistema eléctrico de Caracas (...). Es cuestión de horas que capturemos a los responsables materiales”, dijo el mandatario durante un acto transmitido por la televisora gubernamental. “No se sorprendan de los responsables políticos e intelectuales”, agregó el presidente venezolano, insinuando una vinculación de dirigentes opositores, sin mencionar nombres. m